Legítimos y constitucionales

SALAMANCA (España). “Gobierno legítimo” y “Gobierno constitucional” son los términos que he escuchado con cansina insistencia en estos últimos días en los que la situación política de Venezuela se ha vuelto complicada y, sobre todo, caótica. Estas palabras se han originado siempre en las personas, grupos o países que apoyan al régimen de Nicolás Maduro. Sirven para denunciar la agresión que viene soportando por parte de los países imperialistas el “Gobierno legítimo” de Maduro. También se menciona el ataque inmisericorde al “Gobierno constitucional” de Venezuela.

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Quizá haya a mano algún jurisconsulto lo suficientemente letrado que pueda explicarme el significado y el alcance de estos términos. ¿Qué es lo que hace que un gobierno sea “legítimo” o bien “constitucional”? Aunque lego en la materia, se me ocurre pensar que un gobierno se legitima a través de elecciones democráticas, libres, realizadas con todas las garantías que el caso exige. No puedo considerar que sea legítimo un gobierno que surge de las urnas con los representantes de los partidos opositores presos o bien descalificados por el régimen imperante, o en el exilio. No puede ser legitimador un proceso electoral en el que no haya un control cruzado por parte de los diferentes grupos políticos, grupos que sostienen ideas diferentes y opiniones dispares.

Si no importa nada de esto, si no importa que se den tales condiciones, entonces tenemos que considerar que el golpe de Estado que dio el general Andrés Rodríguez en 1989 contra la dictadura de Alfredo Stroessner fue ilegal, los organismos internacionales tendrían que exigir la reposición en su cargo del dictador y juzgarlo a Rodríguez por el delito de rebelión armada.

Lo he contado varias veces en diferentes lugares que en una oportunidad, en la época de la dictadura, me encontré con el padre César Alonso de las Heras frente al colegio San José que entonces él dirigía. Estaba de mal humor. Le pregunté la causa y me dijo que le acababan de comunicar que allí pondrían un colegio electoral en las próximas elecciones generales. ¿Y por qué le irritaba este hecho? “Porque después del cierre de las mesas, vacían las urnas en los servicios y trancan todas las tuberías”. Razonablemente explicable. ¿Para qué contar los votos y llevaros a la Justicia Electoral si las planillas con los resultados estaban hechas ya desde meses antes? ¿Era este un gobierno legítimo porque había elecciones y constitucional porque había una constitución redactada por gente leal que él mismo había designado a dedo? ¿Será también legítimo y constitucional el norcoreano Kim Jong-un que acaba de ganar las elecciones con el ¡¡¡100%!!! de los votos registrados?

Cuando las jornadas de protesta en la plaza de Tiananmen el 4 de junio de 1989 se hizo célebre el vídeo que mostraba a un estudiante enfrentarse con un tanque de guerra que no se atreve a pasar y el joven se mueve a izquierda y derecha para detenerlo. Las tanquetas de Nicolás Maduro fueron mucho más expeditivas ya que sus conductores no dudaron en pasarle por encima a quienes protestaban en nombre de la legitimidad que le dieron unas elecciones fraudulentas y una Constitución hecha por sus seguidores leales. Nada de opositores que se opusieran al proyecto redentor de Hugo Chávez (quien fue el que encargó esta Constitución) resuelto a cumplir con el sueño trunco de Simón Bolívar del cual se creía su propia reencarnación.

jesus.ruiznestosa@gmail.com

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