Hasta hace poco, ver a los alumnos afuera estudiando era aterrador, sin las comodidades mínimas y sin un techo para guarecerse del calor y la lluvia, pero actualmente estar a la intemperie es más seguro que estar en un aula que en cualquier momento se puede desplomar.
Pareciera que por efecto de tantos años de abandono las estructuras de las instituciones educativas de todo el país colapsaran todas juntas.
Cuando se creó el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) hace cuatro años, la desprolijidad y la corrupción dentro del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) obligaron a dar participación a las municipalidades y gobernaciones para manejar este dinero. El noble objetivo es priorizar la reparación y construcción de escuelas y colegios.
Pero sirvió para un nuevo foco de corrupción y saqueo de la educación. Miles y millones de guaraníes fueron distribuidos a las comunas para invertir en la educación, pero gran parte fue a parar en las cuentas de los jefes comunales y gobernadores.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Últimamente ya no sorprenden las denuncias de desplome de escuelas y colegios en diferentes puntos del país, así como de otros que se encuentran a punto de caer.
En San Antonio, el MEC ordenó clausurar 10 aulas en dos escuelas porque las tejas empiezan a ceder y las paredes tienen grandes grietas. Los estudiantes son obligados a desarrollar clases afuera, con toda la incomodidad, pero seguros.
En la escuela Isaac Cabrera fueron inhabilitadas siete aulas de dos pabellones y más de 300 alumnos tendrán que estudiar afuera hasta que sean refaccionadas. No hay fecha de inicio de las reparaciones por la burocracia existente en el sistema del MEC y de la Municipalidad.
Es imperiosa la necesidad de superar tanta burocracia en estos casos. Solamente deben contratar empresas serias y especialistas en el ramo de la construcción y no dar a los “amigos” o parientes, con lo que las nuevas obras terminan siendo más peligrosas que las que tienen más de 50 años.
Los padres de familia y docentes también deben involucrarse y controlar estas obras para tratar de garantizar una educación de calidad para nuestro país.
hruizdiaz@abc.com.py