Marito no es Lenin

Mucha gente piensa que a partir del 15 de agosto de 2018, en el caso de que el 22 de abril la voluntad de la mayoría le sea favorable, Mario Abdo Benítez (Marito), candidato presidencial de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado), actuará con Horacio Cartes como el presidente ecuatoriano Lenin Moreno hizo con su predecesor y mentor Rafael Correa, sacándolo del poder.

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Mucha gente dice que va a votar por Marito por eso, porque espera que todo el abrazo del candidato con Cartes sea solamente un acuerdo táctico que será abandonado el 15 de agosto del mismo modo en que Lenin abandonó su entendimiento con Correa. 

Lenin Moreno no rompió con Correa haciendo un salto al vacío como quieren creer los que esperan que Marito haga lo mismo, porque en política no existe tal cosa como el salto al vacío sin caída. 

Durante su trabajoso ascenso al poder en Ecuador, Lenin Moreno construyó una estructura de poder propia y distinta a la de Correa, aunque insertada en la Alianza País del expresidente. Tan propia es la estructura que construyó Lenin que fue Correa quien tuvo que irse de su partido. 

Aquí, Marito no está construyendo nada que se le parezca y el que consolidó su estructura en la ANR es Cartes, lo cual quedó probado con la elección de Sandra Quiñónez a la fiscalía general del Estado. Cartes tiene estructura, Marito no. Eso explica por qué Marito debe seguir la agenda que le marca Cartes. 

Lenin además logró un acuerdo transversal de redemocratización de Ecuador, tras el régimen de presidencia hegemónica de Correa, con las principales fuerzas políticas democráticas. Marito tenía eso el 17 de diciembre de 2017 a la noche, pero lo sacrificó en aras de un entendimiento bastardo con Cartes. 

Ese acuerdo transversal de Lenin incluyó a las principales fuerzas económicas ecuatorianas. Aquí, según la encuesta de la fundación “Desarrollo en Democracia”, el amoral empresariado paraguayo está mayoritariamente de acuerdo con el violador de nuestra Constitución, Cartes. 

Y, finalmente, Lenin dobló el brazo al Poder Judicial ecuatoriano, totalmente sometido a Correa, consultando directamente con el pueblo la adopción de límites constitucionales al poder presidencial, cosa que Marito no puede hacer en nuestro país pues ese tipo de consultas no está autorizado y Cartes es el patrón de nuestra Corte Suprema. 

Porque construyó esa fortaleza democrática pudo Lenin Moreno radiar a Rafael Correa del poder en Ecuador. Porque día a día fue poniendo ladrillo sobre ladrillo, piedra sobre piedra, para una estructura más potente que la de Correa, sin rehuir en momento alguno del proceso a la confrontación directa con el expresidente, al contrario de lo que hace Marito. 

Si ocurriera que Marito ganase las elecciones del 22 de abril, el 15 de agosto de 2018 será un prisionero de Cartes a todos los efectos prácticos, quiera o no romper con él, y cualquier conducta que desafíe su prisión será suficiente para que el cartismo lo destituya mediante un juicio político de un Congreso donde habrá cartistas de todos los colores para hacerlo. 

Si Marito quiere ser Lenin, se equivocó de camino. Y venderle ilusiones a la gente es una peligrosa negligencia, pues las ilusiones terminan siempre en tragedias. Sin estructura, Marito estará tan sometido a Cartes como lo hubiera estado Santiago Peña, y sus lamentos posteriores parecerán mentira.

evp@abc.com.py

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