Pablo Medina

En abril del 2001, el entonces jefe de Redacción de ABC Color, Juan Luis Gauto, determinó sacar del escenario al corresponsal de San Isidro Labrador de Curuguaty, Pablo Medina, quien venía sufriendo una serie de amenazas de muerte.

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Pablo Medina se trasladó con su esposa Olga de Medina hasta San Juan Bautista, Misiones, donde se hospedó en el hotel Tajy, situado en el kilómetro 196 a la entrada de la ciudad.

La idea de Gauto fue sacarlo del escenario de conflicto para evitar que el corresponsal fuera asesinado. De esta manera se trasladó en forma clandestina hasta el departamento de Misiones, donde permaneció durante una semana aproximadamente.

Medina en conversaciones reiteradas manifestaba el alto índice de corrupción, rollotráfico, cultivo y tráfico de marihuana; soplones y sicarios que dominaban ya en aquel entonces el distrito de Curuguaty.

Señalaba que era hostigado por capangas que se instalaban frente a su domicilio en Curuguaty. Había un control del movimiento de Pablo Medina.

A raíz del peligro de aquel entonces, hace 15 años, ya recibía constantes amenazas. Sin embargo, mantenía el espíritu alegre y dijo que seguiría con las denuncias. “La orden es sacarme del escenario para evitar que me maten”, decía Medina, quien señalaba que su tierra estaba dominada por políticos inescrupulosos y contrabandistas de toda laya.

Pablo vino de incógnito. Casi nadie sabía de su permanencia en Misiones. Estuvo de visita por San Juan, San Miguel y Villa Florida, donde gustaba probar menús a base de pescado: caldo y milanesa de surubí, y chupín.

En aquel entonces decía que Curuguaty se estaba convirtiendo en un infierno, por el robo abierto, el rollotráfico, el contrabando y por la inseguridad y la falta de garantías para cumplir el rol de comunicador social. No obstante, sostuvo que seguiría hasta el final como corresponsal de ABC.

Como vino de incógnito, sacado del escenario de conflicto, realizaba las visitas a Villa Florida de noche. El lugar preferido para las cenas a base de pescado era el parador Tebicuary del Touring Club, situado a la entrada de la ciudad. De día se quedaba en el hotel con su esposa y de noche recorría. De día también estuvo por casa del corresponsal en San Juan Bautista, Misiones.

En una reunión en la redacción central de ABC, Pablo Medina manifestó con alegría que tuvo un hijo sanjuanino. Su señora había quedado encinta durante el viaje a Misiones.

En octubre de 2013 nuevamente los directivos del diario ABC Color debieron sacarlo de la zona baja de Canindeyú, que abarca los distritos de Itanará, Ypejhú, Villa Ygatimí, Curuguaty y Yasy Cañy. Esta vez fue a raíz de amenazas de muerte que recibía de narcotraficantes que dominaban y continúan dominando ese sector fronterizo de nuestro país. En aquella ocasión las advertencias comenzaron después de la incautación de más de 3.700 kilos de marihuana que eran transportados en un camión por José Antonio Osmik Galeano, quien estando en la cárcel presuntamente envió a sus matones a seguir los pasos de Pablo Medina; rodeaban día y noche la casa que compartía con su esposa y sus dos hijos menores. Osmik estaba al servicio del “Clan Acosta”, manejado por Vilmar “Neneco” Acosta.

Meses después volvió y en poco tiempo fue asesinado por la mafia del narcotráfico, liderada en la zona por el “Clan Acosta”. Vilmar está sindicado como autor moral del crimen, que dos años después se encuentra impune. “Ante esta desventajosa situación, decidí abandonar la ciudad de Curuguaty con toda la familia (dos hijos menores y una esposa), ante el peligro de vida que representa desarrollar mis actividades periodísticas en la zona, sin protección alguna”, expresa el mismo Pablo Medina en un esclarecedor relatorio que dejó en su computadora personal al referirse a la segunda vez que debió cambiar de escenario.

rmontiel@abc.com.py

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