Entre los muchos casos ventilados por la prensa, ABC Color viene acercando a sus lectores un hecho que llama la atención, no tanto por la suma –que es elevada– cuanto por sus características.
Desde el 2012, hasta los primeros meses de este año, el Ministerio de Agricultura y Ganadería ha venido transfiriendo dinero, en cantidades asombrosas, a la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay (Fenaprofhp), una supuesta entidad sin fines de lucro que ha venido lucrando con las necesidades de los pequeños agricultores según documentos publicados, y otros, que obran en poder de la fiscalía.
Aproximadamente setenta mil millones de guaraníes –la fiscalía está encontrando mucho más– se han destinado para la supuesta ayuda a los horticultores de varias localidades del interior del país.
La maniobra para consumar el desembolso del dinero público incluye, principalmente, las resoluciones de transferencias a la Fenaprofhp firmadas por los exministros de Agricultura Enzo Cardozo y Rody Godoy, así como los sobrecostos excesivos de los insumos que figuran en las facturas de las casas que han sido elegidas para ganar las “licitaciones”. Por dar algunos ejemplos: media sombra blanca, el rollo de 100 m, cuesta en cualquier casa del ramo 655.000 guaraníes. Fenaprofhp pagó ¡850.000! guaraníes. Esto hace una diferencia, en contra del Estado, de 195.000 guaraníes por rollo. Se compraron 2.555 rollos por los que se abonaron 2.171.750.000 guaraníes (dos mil ciento setenta y un millones setecientos cincuenta mil), según factura Nº 0001004 expedida el 7 de diciembre de 2012 por la empresa Gran Horizonte, propiedad del ingeniero Heriberto Huerta, ubicada en el mercado municipal de abasto. Quedaron a favor de Fenaprofhp, en este solo rubro, 498.225.000 de guaraníes (cuatrocientos noventa y ocho millones doscientos veinticinco mil).
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La mediasombra negra, 35% x 4,20 x 100 m cuesta hoy, en las casas del ramo, 531.000 guaraníes el rollo. Fenaprofhp, presidida por Silvio Riveros, pagó 800.000 guaraníes por cada rollo. Hay una diferencia de 269.000 guaraníes. Se compraron 3.119 rollos por los que se pagaron 2.495.200.000 (Dos mil cuatrocientos noventa y cinco millones doscientos mil), debiendo ser solamente 839.011.000 (ochocientos treinta y nueve millones once mil). Esta diferencia, sumada a la otra, dan 1.337.236.000 guaraníes (mil trescientos treinta y siete millones doscientos treinta y seis mil). En esta sola factura, la 1004 –hay muchas más– figuran compras por 9.784.915.000 (nueve mil setecientos ochenta y cuatro millones novecientos quince mil).
¿Quién nos asegura que se habían comprado todas las mercaderías y en la cantidad registrada en las facturas? Nadie nos puede asegurar porque la Contraloría General de la República, por cuyas manos pasaron los documentos, nunca se preocupó en verificar si los insumos llegaron a destino y en su totalidad. Tampoco, desde luego, ninguna de las oficinas de control del Ministerio de Agricultura. Con este panorama desolador se entiende que se diera a las mercaderías el precio que se les ocurría y en la cantidad que les convenía.
Solo en el caso de Fenaprofhp –que es excesivo– tenemos que se sustrajo el dinero público sin control alguno y a los pequeños agricultores se les robó la posibilidad de salir de la pobreza o de la pobreza extrema. Les sepultaron sus esperanzas. Y los responsables tienen que pagar por ello.
Si en realidad se quiere combatir la pobreza no debe quedar impune ningún hecho probadamente corrupto. La “alianza estratégica” entre el Ministerio de Agricultura y la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay se saldó con un enorme daño para el Estado y los agricultores.
Un Paraguay menos corrupto será también un Paraguay menos pobre.
alcibiades@abc.com.py