Rulos y otras extravagancias

Los ómnibus que circulan por la Avda. Mariscal López y giran a la izquierda sobre San Martín ahora deberán sumar cinco maniobras para seguir su itinerario habitual. Además tendrán que atravesar dos avenidas de incesante tráfico y hacer un zigzag para completar un rulo equivalente a un trébol de las autopistas.

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Solo que los desvíos los harán sobre las mismas calles utilizadas por comercios, vecinos y peatones en Villa Morra. Los pesados buses rodarán como aplanadoras sobre una lecherada de asfalto que cubren los empedrados de esas cuadras. 

En cuanto a los automóviles, el rulo no menos enrevesado y mucho más extenso, incluye la odisea de tener que salir de Mariscal López, meterse en el intenso flujo vehicular de Boggiani y luego retomar República Argentina. La otra opción es casi idénticamente complicada. 

Hacia 1974 la Avda. Mariscal López solo llegaba hasta República Argentina. Por tanto, el giro a la izquierda tiene cuanto menos 40 años y mal o bien funciona. Aunque el entorno haya cambiado bastante, la infraestructura vial en ese entorno es la misma; las calles fueron empedradas sobre arenales y albañales del arroyo Mburicaomí sin una base muy compacta, lo que pronto deparará hundimientos y barquinazos.

La Plaza de las Américas será escenario del ascenso y descenso de pasajeros y deberá soportar un flujo vehicular mucho más intenso, con todo lo que ello representa en contaminación y deterioro ambiental. 

La eliminación de los giros a la izquierda es una medida que se fue haciendo necesaria con la aparición de los semáforos y el aumento del flujo vehicular. 

Pero, su implementación no debe responder al capricho de las autoridades municipales de turno, sino debiera basarse en estudios muy serios y minuciosos. Por demás, no debería generalizarse su prohibición en todos los nudos conflictivos, sino mantenerlos donde sean necesarios. 

Y un detalle clave; debería tenerse en cuenta la opinión de los usuarios, conductores y automovilistas. Al fin y al cabo los peatones son los que deberán afrontar el peligro y los frentistas, las molestias. 

Pero al parecer hay que eliminar todos los giros y hacer rulos por doquier en la ciudad porque están de moda. 

También hay que llenar los espacios públicos de locales comerciales de media cuchara porque hay que abrir allí lomiterías, hamburgueserías, asaditos y otros puestos de fritanga. El ejemplo está en Avda. Quinta y como lo malo siempre cunde, seguro se multiplicará como hongos en el resto de la Capital. 

La improvisación, las medidas inconsultas a los afectados y la chapucería son –últimamente– la norma en las medidas que toma la Municipalidad de Asunción. 

La estrambótica nueva circulación que se pretende implementarse en Mariscal López y San Martín en torno a la Plaza de las Américas y el verdadero engendro en el paseo de la Avda. Quinta solo destruyen los sitios emblemáticos de la ciudad.

pgomez@abc.com.py

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