Una adolescente se acercó a pedir algo para comer; alguien que conoce al dedillo este mundo me comenta: “Ayer le di un plato de buena comida a esa chica; no lo habrá comido”. Con mi mente en otra cosa, murmuré: “Por qué no iba a comer si tiene hambre”. Comprendiendo mi desatención, me dijo: “Porque cuando consumís chespi al punto de ella, cambiás lo que sea por más”.
Aumentan los jóvenes en deplorables condiciones que llegan hasta el microcentro a trabajar, mendigar o, sin más alternativas, robar, haciendo brutal contraste con la idea de hermosear el microcentro de la capital.
La solución oficial es la misma ilógica de siempre: poner más seguridad; entiéndanse, policías que pelearán contra una realidad tan incontrolable que terminará venciéndolos de un soplo.
La Dra. Sánchez también menciona la eterna postergación de más centros y planes para una comunidad terapéutica que pueda albergar y dar continuidad a un trabajo, puesto que sin esto que hacen (la desintoxicación), los menores reinciden, vuelven a sus familias desmembradas o círculo de amigos adictos.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Detrás de los niños y adolescentes drogados hay violencia, marginación, exclusión social. No caen en las drogas por sinvergüenzura ni falta de superación, sino por tener que sobrevivir postergados, negados. La nota con la Dra. Sánchez no tuvo ni 15 “me gusta”; parece que no es un tema que preocupe a la mayoría. ¿Esperamos, los que comemos todos los días, que estos chicos se recuperen no siendo prioridad para el Gobierno ni la sociedad? “Se toma la decisión, se hace”, dice el presidente Cartes… Diariamente, miles de niños y jóvenes paraguayos caen en el abismo de las drogas, nacen y mueren en total desgracia en su país. ¿Qué se está esperando para tomar esa decisión?
lperalta@abc.com.py