Todo por dos personas

Este artículo tiene 8 años de antigüedad

“Como sociedad hemos observado que el proyecto de enmienda no logra generar consenso. Las diversas interpretaciones no tienen claridad respecto de la viabilidad legal y en consecuencia, pueden dividir a la sociedad paraguaya y fracturar al partido colorado. Somos testigos de la crispación y tensión que ha generado, no seré partícipe de este camino”.

Fue parte del comunicado que el presidente Cartes emitió el 31 de octubre pasado y que llamativamente desapareció del portal de la Presidencia en estos días, así como la poca racionalidad que aún existía.

¿En dónde quedó ese discurso?

A 5 meses de ese comunicado, hoy tenemos que enterrar a un joven liberal asesinado dentro de la sede de su partido, por policías a cargo de su gobierno.

Tras la represión y los disturbios del viernes, el presidente emitió otro comunicado. Ni una sola referencia a la enmienda o a la reelección, ni a las maniobras de sus senadores y aliados en el Congreso. Pero sí un intento de repartir culpas entre políticos que se oponen a ella y medios de comunicación que aún no se alinearon al discurso oficial.

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¿Qué pasó en este tiempo para un cambio radical de posición del presidente? ¿O era simplemente el cinismo de quien dice algo aunque piense exactamente lo contrario?

En estos días la cadena CNN también recuerda la entrevista hecha por uno de sus periodistas a Horacio Cartes, al día siguiente de haber asumido el poder.

“La Constitución que yo entro es un periodo sin reelección, ni siquiera con periodos intermitentes, es la Constitución que yo acepté... la gente está hastiada” respondía Horacio Cartes en 2013.

El mismo Cartes que más de una vez se molestó con periodistas locales que le preguntaban acerca del tema que, con sus negociaciones, instalaban insistentemente en la agenda pública sus operadores.

“La Constitución Nacional no permite reelección, si vamos a gastar tiempo en lo que no nos permite estaremos deshonrando nuestro compromiso que asumimos... no puedo gastar tiempo en algo que no nos permite la Constitución. ¿Más claro puedo ser?”, les decía a los reporteros en febrero del año pasado.

¿Tanta es la obsesión de seguir acumulando poder como para arriesgarse a que la policía a su cargo siga robando vidas? ¿Tanto el cinismo para reafirmarse mil veces en un discurso que terminó tirando luego a la basura?

Pero Cartes no hubiese podido concretar solo esta maniobra. El otro actor principal, Fernando Lugo, con sus adherentes le sigue haciendo el juego con la idea de que van a ganarle en el 2018.

Curioso lo del Frente Guasu, que asegura que Lugo ya está habilitado, pero que “por las dudas” se presta a la maniobra cartista de la enmienda para asegurar a su candidato.

Todo esto con el llanismo como funcional furgón de cola, que para sobrevivir internamente no tiene reparos en pisar palabras y testimonios, para aplicar aquello de que el fin de habilitar a Lugo justifica cualquier tipo de medios o maniobras.

Así, a lo mbarete, con la precaria lógica de que si tengo más votos puedo hacer tranquilamente lo que quiero con la Constitución, nos vamos metiendo a una peligrosa máquina del tiempo que nos hará retroceder décadas, porque es lo que se les antoja a dos hombres que piensan que todo el proceso democrático paraguayo depende de ellos como líderes providenciales y salvadores de la patria.

Ya tuvimos demasiados episodios trágicos a lo largo de nuestra historia política, como para que la egolatría y ambición de dos personas por su reelección nos hagan retroceder al menos treinta años.

Aún estamos a tiempo.

guille@abc.com.py