Un yanqui medicinal

El Paraguay acababa de abrir sus puertas para dar paso a la democracia después de décadas de la tiranía stronista. La transición aun sigue, pero algo hemos mejorado y hoy hasta se ofrece la comodidad de votar a través de algunas planillas que nos hacen llegar en nuestra propia casa u obligar a “votar” en la propia oficina. Ni en la época stronista se ofertaba tanta gentileza y trato tan especial.

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Se iniciaba el año 1989 y arribaba al Paraguay una delegación del Cuerpo de Paz, grupo de jóvenes que siempre acampó en este país y en otros para colaborar en muchos órdenes de tanta necesidad que tenía y sigue, no pareciendo, sino padeciendo este país. Este Cuerpo de Paz consiste en una representación federal independiente de los EE.UU., establecido en Washington el 1 de marzo de 1961, teniéndole al expresidente John F. Kennedy entre sus fundadores.

Este Cuerpo se instaló en el Paraguay en el año 1967 y constituirse en una de las organizaciones gubernamentales que aun sigue colaborando con el Paraguay en los rubros que menos asistencia presta este país a su ciudadanía: salud, educación y agricultura. Los primeros voluntarios que llegaron al Paraguay fueron direccionados a trabajar con el sector rural y desde aquel año ya pasaron más de 3.000 voluntarios de este Cuerpo por el Paraguay desde 1967. Unos 90 voluntarios llegan al país cada año y hoy trabajan casi 200 jóvenes americanos en los sectores mencionados y otras áreas o sectores como el ambiental, económico, desarrollo juvenil urbano y rural, desarrollo municipal y demás.

En el año de la ida de Stroessner (1989) llegó al país un ingeniero agrónomo norteamericano con otros jóvenes de su país para ser componente del Cuerpo de Paz. Egresado de la Universidad Estatal de Washington con una formidable tesis de maestría en: Evaluation of Adzuki. El adzuki o azuki es el frijol que llamamos poroto azuki. El Ing. Dale Helm nació en Springfield, Oregon, llegó al país en 1989 y fue voluntario del Cuerpo hasta 1991.

Dal fue comisionado al pueblo de Quyquyhó, departamento de Paraguarí, donde trabajó con lo suyo y a introducir en aquel distrito el uso y la importancia del abono verde, la rotación de cultivos y la siembra directa. El combo que enriquece el suelo y programa que desde el año pasado abandonó el MAG para empobrecer más al suelo paraguayo y todavía más a los agricultores paraguayos.

Al término de sus compromisos con el Cuerpo de Paz, el cuerpito de Dal encontró la paz e hizo su siembra directa y definitiva en Quyquyhó al casarse con la lugareña e ingeniera Ana Giménez y nunca más abandonó el Paraguay.

Dale se convirtió en un seguidor de la riqueza medicinal paraguaya y presentó un proyecto llamado “Mejoramiento de la producción de plantas medicinales en fincas de pequeños productores” conjuntamente con una ONG y el Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit), dependiente de la UNA.

El proyecto lo desarrolla mi amigo Dal en la compañía Tacuruty, distrito de Villeta, y se encuentra investigando unas 22 especies de plantas medicinales del Paraguay como la cola de caballo, el jaguarete ka’a, el jate’i ka’a, la chirca melosa, la doradilla, la kangorosa, el urusu he’ê, la salvia, la menta’i, el burrito, el cedrón kapi’i, el agrial y hasta el cultivo del té (las semillas del té llegaron al Paraguay en el año 1931 provenientes del Jardín Botánico de Londres, fueron sembradas en el Barrio Carovení de Villarrica, hoy ya árboles, desde donde se fueron las semillas a Oberá, Misiones-Argentina, para que ese país hoy vuele y sea el quinto productor mundial de té y el Paraguay continúe arrastrado).

El trabajo de Dal es encomiable, su voluntariado ya no da para tanto, pero su cuerpo sigue palpitando para entregarles la paz a los necesitados campesinos del Paraguay.

caio.scavone@abc.com.py

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