A 6 días del segundo aniversario de asesinato, crimen sigue impune

Este domingo 16 de octubre se cumplen dos años del asesinato a manos del narcotráfico, del periodista de nuestro diario Pablo Medina. Los responsables de su muerte no fueron castigados aún. Al grupo delictivo que lo ejecutó, lo venía denunciando desde el 2010. Un día como hoy, pero del 2014, Pablo informaba desde Yby Pytã, departamento de Canindeyú, sobre una nueva invasión de las fincas de Marina Cue.

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“Un grupo de sintierras volvió ayer a invadir las fincas de Marina Cue” informaba el 11 de octubre del 2014, hace dos años, el entonces periodista de nuestro diario Pablo Medina.

Para elaborar su material periodístico, se había trasladado a la colonia Yby Pytã, distante unos 40 km de Curuguaty desde donde a diario transmitía para ABC Color las novedades que ocurrían en toda la zona baja del departamento Canindeyú.

El 16 de octubre de ese año, no fue un día diferente para Pablo. Una vez más había abandonado su “base”, como lo llamaba él y se había trasladado a la zona de Villa Ygatimí. Recorrería las colonias Ko’ê Porã, Ara Verá y Crescencio González para recabar quejas de los agricultores contra el ataque de plagas a los cultivos de mandioca y sobre la intervención de la Federación Nacional Campesina (FNC) en el tema de fumigación.

Cuando retornaba de la zona, fue emboscado y asesinado por orden del entonces intendente de Ypejhú, Vilmar “Neneco” Acosta. Los encargados de materializar el crimen fueron nada menos que el hermano del jefe comunal, Wilson Acosta, y el hijo de este, Flavio Acosta.

El asesinato del hombre de prensa se venía gestando desde hacía mucho tiempo, inclusive años, pues sus denuncias sobre el creciente negocio del tráfico de drogas manejado por un sanguinario grupo cuyo principal cabecilla era nada menos que el intendente de un distrito del departamento, fronterizo con Brasil.

Recibía amenazas a diario. Varias veces tuvo que abandonar la zona por algunos días en busca de un poco de calma. Pero en la siesta calurosa del 16 de octubre, decidieron acallarlo para siempre.

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