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ATYRÁ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). Ayer se cumplió la segunda jornada del Encuentro de Católicos con Responsabilidades Políticas al Servicio de los Pueblos del Cono Sur Latinoamericanos, que se desarrolla en la Casa de Retiros Marianela y del que participan 80 miembros de la Iglesia Católica y autoridades representantes de Chile, Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, entre otros.
En ese sentido, ayer les tocó el turno a los políticos, para que expresen qué necesidades, qué posibilidades y qué límites advierten como católicos para dar testimonio de fe y contribuir como políticos al bien común; además de mencionar cómo viven su fe en su función como autoridades políticas.
El expresidente de Uruguay Luis Lacalle Herrera (1990-1995) afirmó que es muy difícil asumir la condición de católicos practicantes actualmente en su país, ya que se ha asumido posturas excesivamente liberales, olvidando sus raíces. De ser un país muy creyente, hoy existen parroquias en Montevideo donde se han celebrado una sola boda religiosa y no se ha realizado ni un bautismo en un año.
Lacalle sostuvo que el debate sobre el aborto y matrimonio igualitario genera muchas divisiones y fracturas en la sociedad, olvidando que es posible trabajar juntos en los puntos en común.
El joven diputado chileno Diego Sharper (37) dio un testimonio muy emotivo y fue muy felicitado por los presentes, por su sencillez y acertadas palabras. En ese sentido sostuvo que el testimonio y la coherencia de vida es fundamental. “La cuestión no es ser católico cuando a uno le da la gana o para mostrarse al público. Se debe cuidar la vida familiar y personal”. Sharper fue tajante al afirmar que en lo que respecta a corrupción se debe ser implacable y denunciarlos con vehemencia.
Programa para el último día del encuentro
El encuentro que culmina hoy tiene prevista una conferencia donde los pastores se dirigirán a los políticos en una plenaria. Asimismo, se disertará sobre la formación de una nueva generación de católicos en la política, conferencia a cargo de José Antonio Rosas, director de la Academia de Formación de Líderes Católicos. El evento culminará con una misa de acción de gracias y un almuerzo cerca del mediodía. Entre las que comentó su testimonio ayer estuvo la fiscala general, Sandra Quiñónez, quien habló largamente sobre su vida personal y sostuvo que si no hubiese sido abogada, hoy sería una religiosa.