Dirigentes de los partidos y movimientos que integran la Gran Alianza Nacional Renovada (GANAR) se reunieron en horas de la noche para celebrar la jornada electoral con la presencia de los integrantes de la chapa presidencial confirmada: Efraín Alegre (PLRA) y Leo Rubín (Frente Guasu).
El encuentro fue una suerte de puntapié inicial a la campaña para las elecciones generales de abril de 2018, en la que el acento estará puesto en destacar la unidad de toda la oposición para enfrentar al candidato colorado.
Aunque el triunfo de Alegre en la interna del PLRA solamente confirmó los pronósticos previos, recién a partir de hoy la dupla Alegre-Rubin se abocará plenamente a la campaña apuntando a una disputa que intentarán polarizar destacando la necesidad de la alternancia.
Hasta el momento, no está definido si el candidato a presidente, Alegre, y a la vicepresidencia, Leo Rubin, harán campaña juntos o en forma separada, teniendo en cuenta que responden a distintos electorados.
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Según una fuente del FG, harían campaña en forma separada en todo el país, pero uniéndose para las concentraciones de gran envergadura. Confirmó también que la presencia del senador Fernando Lugo será clave, dada la popularidad que aún conserva el exobispo en sectores del interior del país.
Desafío liberal
El PLRA se enfrenta ahora al desafío de la unidad tras una campaña en la que hubo varios encontronazos entre el oficialismo encabezado por Efraín Alegre y el movimiento Equipo Joven, en la figura del senador Blas Llano.
La unidad del principal partido de oposición será clave para conservar algunos de sus bastiones, en particular el populoso departamento Central, en el que estará como candidato a gobernador el llanista Líder Amarilla.
Según coincidieron, al menos en el discurso, Alegre y Carlos Mateo Balmelli, la unidad es una condición imprescindible para encarar con alguna posibilidad de éxito la disputa electoral con los colorados.
Para lograr ese objetivo, algunos de los nuevos dirigentes, como Líder Amarilla y Blas Lanzoni, de Equipo Joven, serían claves, más allá de que continúen las diferencias entre algunos dirigentes de mucho peso dentro de ese partido.