Alianzas sorpresivas se podrían establecer en el próximo Senado

El resultado de las elecciones generales del domingo para el Senado confirmó los pronósticos, en el sentido de que ningún sector político tendrá por sí mismo mayoría absoluta en el periodo 2013-2018. Esta realidad abre varias posibilidades en cuanto a alianzas entre distintas bancadas, cuya viabilidad dependerá de las estrategias y objetivos políticos que persigan. La primera gran disputa será para el cargo clave de presidente del Congreso.

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Los sectores de oposición, repartidos en hasta 7 agrupaciones políticas, llegan a 26 votos. El PLRA tendría 12 integrantes, 2 menos que ahora (aunque podría tener 1 más). El Frente Guasu (FG) 5 senadores, el Partido Democrático Progresista (PDP) 3 senadores, Avanza País (AP) 2 senadores (pueden ser 3), Unace 2 (puede ser 1), Partido Encuentro Nacional (PEN) 1 senador y Patria Querida 1 senador (puede perder esa banca).

Este panorama obligará al nuevo oficialismo a procurar alianzas permanentes o en cada caso, para la aprobación de sus iniciativas porque, si bien tiene mayoría propia en la Cámara de Diputados, no es así en el Senado.

La primera gran “batalla” en el Senado, que marcaría ya el camino, al menos de las alianzas políticas inmediatas, será para elegir al presidente de la cámara, que asumirá el 1 de julio próximo y que será también el presidente del Congreso.

Históricamente, al iniciarse un periodo presidencial, el presidente del Poder Legislativo ha sido de un partido de oposición. Por peso propio, puede especularse que sería un liberal, que, sumando a sus aliados del PDP y el PEN podría llegar hasta a 16 votos. Sin embargo, el PLRA llega muy golpeado políticamente luego de la categórica derrota electoral y no es muy seguro que pueda recomponer su imagen en los dos meses que quedan antes de la asunción del nuevo Parlamento. Además, sus relaciones con los sectores de izquierda no quedaron bien.

Teniendo en cuenta las diferencias que hubo antes y durante la campaña electoral, la unidad de todos los sectores de oposición parece difícil. Pero no se puede descartar que las necesidades políticas los obliguen a cerrar filas y actuar en forma coordinada.

En ese contexto, es posible que la bancada colorada, que cuenta con un número de votos con los que puede hacer mayoría con uno solo o más sectores, “ofrezca” sus votos, en el marco de un acuerdo más amplio, a alguno de las bancadas de oposición para que asuman la presidencia.

Tampoco se puede descartar que el oficialismo colorado procure un acuerdo político con su adversario tradicional, el PLRA, con base en espacios concretos de poder en el nuevo gobierno. Con eso, el Poder Ejecutivo se asegurará una cómoda mayoría automática. Sin embargo, un pacto político de ese tipo posiblemente afecte la imagen del PLRA, que además ya tuvo una mala experiencia de alianza en la reciente elección, en particular, con el Partido Unace.

El desafío para los partidos de oposición y el oficialismo será establecer acuerdos que no se basen en un reparto de cargos, como es habitual en nuestra política, y que tampoco se inicie un periodo de confrontación sistemática entre Ejecutivo y Legislativo que trabe las posibilidades de despegue y desarrollo del país.

Una pelea “voto a voto”

Aunque los datos proveídos por la Justicia Electoral han dado una idea muy aproximada de la composición de fuerzas políticas que tendrá el próximo Senado, aún quedan por definir dos bancas que estarán siendo disputadas por 4 partidos políticos: PLRA, Unace, Avanza País y Patria Querida.

Para el PLRA y Avanza País significará consolidar el espacio conseguido. En tanto, para Unace y Patria Querida la necesidad es extrema, debido a los malos resultados obtenidos en la elección.

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