Uno de ellos fue Pablo Desvars, de la Coordinadora de Ciudadanos Movilizados, quien le cuestionó que no se haya hecho público todo el proceso previo a la venta del inmueble municipal en cuestión.
Sobre ello, el jefe Comunal admitió que no se realizaron audiencias públicas para informar sobre la competencia, pero “todos los otros procesos están de manera correcta”.
También confirmó que se vendieron varios otros inmuebles municipales, pero negó que los costos hayan sido inferiores a su valor real cotizado por el Banco Central del Paraguay.
“Todos los días se venden terrenos municipales”, dijo.
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Además, contó que el otro día se reunió con Desvars y admitió que al final del encuentro lo amenazó, muy enojado por las manifestaciones en la casa de sus padres.
“Tres tongos le hacen falta a Pablo”, dijo el intendente concepcionero al aire.
Represión el domingo
El domingo, un grupo de ciudadanos que exige la renuncia del intendente desde hace 106 días, se manifestó frente a la farmacia que pertenece al padre de la citada autoridad.
En un momento dado, los cascos azules de la Policía Nacional comenzaron a reprimir a las cerca de 200 personas que estaban allí, golpeando a varios de ellos, entre hombres y mujeres, quienes en mayoría fueron a parar a un hospital.
Los ciudadanos solicitan una rendición de cuentas de uso del dinero de Fonacide, de préstamos realizados para obras que jamás se ejecutaron. Para respaldar sus pedidos ya fueron a pedir apoyo a la Junta Municipal, pero solo cuatro de los 12 ediles los reciben. Los demás son “serviles” al clan Urbieta y ni siquiera piden un informe de las gestiones municipales, según los manifestantes.