América Latina está cada vez más preparada para vivir en democracia, afirma emisario de Barack Obama

Los cambios de gobierno en la región, de izquierda a derecha, han demostrado que hay aptitud para vivir en democracia. Los electores ya no se guían por lo que le dicen sus políticos, afirma el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Michael J. Fitzpatrick. En esta entrevista, el nuevo emisario de Estados Unidos, exfuncionario de la embajada en Asunción, asegura que ya no es más la época de los dictadores, a pesar de todos los intentos de regurgitación de Nicolás Maduro en Venezuela.

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–Se acabó el Mercosur antinorteamericano. ¿Cuál es su análisis?

–Son interesantes los cambios que estamos viendo. En Argentina fue un cambio de gobierno por la vía de las elecciones. En el caso Brasil, bueno, ellos pasaron por un proceso bastante difícil, socialmente y políticamente. Nosotros también hemos sufrido un par de procesos parecidos en los Estados Unidos...

–¿Cuándo fue?

–Con Richard Nixon y Bill Clinton, pero en todos los casos fueron procesos constitucionales. Cuando hay respeto a la institucionalidad y a la ley, vale. Es difícil pero es legítimo, legal y por supuesto, cuando hay un juicio político (como en Brasil) es un juicio legal aunque tiene también su parte política. Finalmente la democracia es lo mejor que hemos creado como seres humanos para manejar la situación de un país.

–¿Y Venezuela?

–En Venezuela, la oposición ha trabajado y luchado pacíficamente, constitucionalmente hasta ahora. Se protesta en las calles con gritos y pitos respetando precisamente la Constitución porque quieren defender sus derechos. Ahora se viene la primera ronda de un diálogo nacional entre el gobierno y la oposición auspiciado por el Vaticano. Va a empezar el domingo y no sabemos exactamente todavía cuáles partidos de la oposición van a acompañar este proceso. (Los opositores) Empezaron con una huelga nacional. Ojalá que no haya incidentes en las calles ni heridos y mucho menos muertos.

–¿Son suficientes los diálogos para recomponer una división que parece irreconciliable?

–Hasta ahora se han usado mecanismos constitucionales. Se busca llegar a un referéndum para revocar el mandato del Presidente o si se espera dos años hasta las próximas elecciones. El diálogo nacional tiene que formar parte de este proceso. Tarde o temprano (los venezolanos) tienen que entenderse y hablar, caminar juntos para encontrar una solución para el país. Venezuela está muy polarizada hoy día. En Estados Unidos también tenemos una polarización con miras a las elecciones presidenciales (del 8 de noviembre). En el caso nuestro no es tan polarizado quizás como Venezuela. No tenemos millones de personas en las calles pero en Estados Unidos todos sabemos que gane quien gane las elecciones (Hillary Clinton o Donald Trump), al día siguiente tenemos que bajar el volumen de los gritos para volver a nuestras tareas, como siempre lo hicimos...

–Hay una gran diferencia. Hay cada vez más políticos presos en Venezuela. La retórica a favor del diálogo a veces no sirve...

–Usted mencionó a los presos políticos. Es sorprendente ver que en el año 2016 hay todavía presos políticos en Latinoamérica. Venezuela tiene 100 presos políticos. En todo el resto de las Américas no hay presos...

–No hay más...

–Es inaceptable tener presos políticos. Hay gente encarcelada solamente por sus opiniones y no por haber cometido crímenes comunes. Estamos haciendo un seguimiento con varias instituciones: Unasur, la OEA, varios países como Paraguay. La voz de Paraguay es grande. Tiene presencia en el mundo internacional últimamente. Eso sucede porque está defendiendo principios básicos (de la democracia). Así hay que actuar si queremos apoyar a Venezuela donde, evidentemente, algo no funciona.

–La “triple alianza” contra Venezuela le llama (el presidente) Maduro a esta posición de Paraguay, de Argentina y Brasil.

–La situación ha empeorado. La tasa de inflación es cada vez más alta. Hay más hambruna. La forma de gobierno no ha cambiado. La preocupación internacional es mayor y se insiste en buscar una solución porque la situación es crítica.

–¿No es la hora de un papel más protagónico de Estados Unidos? En otros años impuso sanciones...

– Es cierto, en el pasado hemos impuesto sanciones. En el caso específico de Venezuela hemos retirado visas a ciertas personas que no tienen derecho a permanecer en nuestro territorio por asuntos de narcotráfico, corrupción pública y violaciones de los derechos humanos fundamentales. También les hemos bloqueado el acceso a nuestro sistema bancario. Siempre estamos buscando formas de prevenir este tipo de acciones criminales. Vamos a seguir revisando nuestro comercio. Hay que entender también que Estados Unidos es el socio número uno de la economía venezolana. Queremos ser parte de la solución y no contribuir con más problemas con esta nación y su pueblo.

–¿Por qué los gobiernos se volvieron tan antinorteamericanos? Todo era culpa del “Imperio”...

–A lo largo de los años hemos visto ir y venir el péndulo político, de izquierda a derecha y regresar. El ritmo ha sido un poco diferente entre los países, quizás. Lo que hemos visto pasar (en la última década) ha sido una coincidencia de los tiempos en que hubo más gobiernos de izquierda. “All politics is local (Toda política es local)”.

–¿Qué quiere decir?

–Que aquellos líderes (que recurrieron al mensaje antinorteamericano) calcularon que era factible ganar las elecciones domésticas con esta actitud y ese discurso. Pero si los gobiernos no sirven bien al público, la gente naturalmente va a buscar otro tipo de gobierno. Estos cambios de gobierno (en la región) han demostrado también que cada vez hay más aptitud para vivir en democracia. El pueblo tiene más acceso a las fuentes de información y ya no se guía solamente por lo que le dicen sus políticos. Ya no es más la época en que los dictadores latinoamericanos podían controlar todo.

–Han tratado...

–En Venezuela han cerrado estaciones de radio, de televisión. Se ha limitado la importación de papel para los diarios pero ¿que está pasando? Hoy cualquiera tiene acceso a internet. (Los del Gobierno) Quisieron censurar su propia cadena nacional. Pero estaban ahí (en el Congreso) todos los diputados transmitiendo en vivo desde sus teléfonos celulares la toma del Parlamento por las turbas políticas del gobierno. Por eso es que en el largo plazo estamos seguros que nunca más los países de las Américas caerán en dictaduras.

–Los que no tenemos crisis políticas tenemos el auge de la criminalidad. Parece el desafío mayor...

–El crimen transnacional es un reto para nuestros países. Tiene sus nexos con la corrupción doméstica, con la política, con la justicia pública, con la falta de seguridad de nuestras ciudades. Muchas ciudades más violentas del mundo están en las Américas. Hay ciudades con tasas de homicidio bastante altas.

–¿Cuál es el origen?

–Sus raíces están en la venta ilegal de armas pero también en la presencia de estas mafias que venden no solamente armas sino también medicamentos falsos, trata de personas, drogas, tala ilegal de bosques como en la Amazonia..., todo está interconectado. Tenemos que tener una respuesta integral y compartida a todo esto. No podemos echarnos la culpa entre países grandes o pequeños. Trabajando juntos hay muchas más posibilidades de conseguir resultados. Hoy, con la informática a disposición tenemos toda la información sobre quienes están involucrados y en qué parte están operando. Hoy lo compartimos en tiempo real y de esa forma encontramos más pronto a los delincuentes y desbaratamos con más eficacia las redes ilegales.

–¿Cómo ve a Paraguay?

–Vemos que hay mucha voluntad. Hay debilidades también pero cuando hay voluntad se puede trabajar. Tenemos mucho qué hacer. Agradecemos al Estado y al pueblo paraguayo por su sintonía con nosotros. Vamos a continuar colaborando con Paraguay en la OEA, en la ONU, bilateralmente, culturalmente y en muchos sentidos.

–Usted fue funcionario de la embajada en Asunción y ahora llega a ese puesto importante en el escalafón diplomático...

–Irónicamente yo estudiaba ciencias liberales, sociología y por otra parte me gustaba la ciencia de las computadoras. Después me di cuenta de que mi corazón estaba en otras áreas, la diplomacia. Pero ahora uso todo lo que aprendí: la sociología y cómo usar la informática. El diplomático cambió. Antes era un tipo reservado que hablaba en privado con su canciller. Hoy todos estamos metidos en la lucha por la salud pública, contra la deforestación, el robo de armas. Estamos detrás de respuestas interministeriales, de respuestas globales a problemas globales: el cambio climático por ejemplo. Yo estoy personalmente involucrado en esta lucha global de cómo frenar el cambio climático.

–¿Sigue aficionado al ciclismo?

–Sí. Hasta ahora me acuerdo cuando iba en bicicleta, ida y vuelta hasta Villa Hayes (sonríe).

holazar@abc.com.py

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