La terna para el cargo de fiscal general del Estado está conformada por el actual fiscal general Francisco Javier Díaz Verón, quien ocupa el 5º puesto con 319,84 puntos, seguido de las fiscalas Lidia Victoria Acuña Ricardo, con 178,28 puntos y Sandra Quiñónez Astigarraga, con 172,24 puntos, quienes quedaron en los lugares 51º y 60º, respectivamente, de acuerdo con el listado oficial que se filtró pese al intento del Consejo de la Magistratura de no publicar los puntajes.
Un aspecto llamativo es que la exjueza María Carolina Llanes Ocampos aparece en el 6º lugar detrás de Díaz Verón, con 317,40 puntos a pesar de que el Consejo le notificó por correo electrónico el 23 de agosto, que obtuvo 403,40 puntos.
Las sospechas de que se habría cometido fraude en el concurso se alimentan con el hecho de que Llanes Ocampos figura en la nómina final con 317,40 puntos, lo que hace suponer que hubo un descuento para dar ventaja a Díaz Verón.
De la misma forma, la exfiscal María del Rocío Vallejo Ávalos fue informada por el Consejo que obtuvo 279, 48 puntos, pero ni siquiera figura en la nómina final pues el abogado Raúl Pablo Antola Dos Santos está en el 10º lugar con 286,18 puntos y la letrada Patricia Stanley Zarza, en el 11º con 277,38 puntos.
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Sin transparencia
Los ternados fueron seleccionados por los miembros del Consejo: Osvaldo González, Carlos Cabrera, Clemente Barrios, Enzo Cardozo, Luis María Benítez Riera, Adrián Salas, Claudio Bacchetta y Cristian Kriskovich, quienes deben explicar los parámetros y valores en los que se basaron para concluir que los tres postulantes ternados fueron los más aptos.
Tras las audiencias de los 93 candidatos, el proceso careció de transparencia ya que el CM evitó hacer público la puntuación de los mismos.
“Karai guasu”
El titular del Consejo, Osvaldo González, en febrero de este año había dicho que como próximo fiscal general del Estado tendría que ser elegido, nombrado y puesto en funciones un respetable gran señor de la ley, un verdadero “karai guasu”, alguien que marque pautas.
De confirmarse que hubo un descuento de puntos para favorecer a cierto candidato, se develará que el concurso fue solo una farsa tal como suele suceder en la función pública.
