Arzobispo pide liberación de secuestrados por EPP

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La pronta liberación de los secuestrados Edelio Morínigo (911 días), Abrahán Fehr (512 días), Franz Wiebe (157 días) y Félix Urbieta (79 días) pidió el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, durante la última misa de 2016, celebrada en la Catedral Metropolitana.

El prelado rogó especialmente por los secuestrados por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que opera en el norte del país.

Señaló que la sociedad sufre de mucha violencia e injusticia, pero que los discípulos de Jesucristo enfrentan esa situación con “un plus de amor” y la práctica constante de la verdad y de la caridad.

Aseguró que los cristianos tienen muchas maneras de reaccionar ante el pecado y afrontan las situaciones dolorosas “de escándalos y de violencia” con la oración y la caridad.

Indicó que “no bastan las palabras, las quejas o las denuncias... queremos trabajar con las víctimas de las violencias y las injusticias con obras de caridad estructurada y firme a favor de la dignidad de las personas carenciadas de todo”, expresó. Recordó a los paraguayos que por diferentes motivos están fuera del país, a los trabajadores, a los encarcelados y a los enfermos.

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Drogas y jóvenes

El consumo de drogas, que “tiene efectos devastadores en la población juvenil del país”, fue otra de las preocupaciones de la Iglesia.

Velenzuela indicó que es uno de los dramas que requiere la atención impostergable de todos “los organismos de seguridad para detener la distribución de todo tipo de droga, los organismos de salud para atender a la población afectada por este flagelo, los estamentos educativos para orientar sobre las consecuencias devastadoras de uso y abuso de las drogas”. Enfatizó que la Iglesia Católica está comprometida en esta lucha, más aún en este trienio de la juventud.

El religioso destacó también que la Iglesia Arquidiocesana está en la construcción de una “Iglesia de salida, que camina con la gente”.

Relató que en ese marco, a inicios del año, la Pastoral Social con el apoyo de la Mesa Nacional de Asistencia, entregó alimentos a los inundados que viven en los bañados de Asunción

Dijo que hubo especial atención a los niños, se festejó su día y se les llevó a salas de cine, hechos que constituyeron una auténtica fiesta en medio del drama que significada vivir en chozas, calles y plazas, según dijo el religioso.

Remarcó también que la emergencia generada por las inundaciones puso en evidencia la situación de extrema pobreza y de vulnerabilidad en que viven miles de familias en los bañados.