De hecho, fue el propio comandante, el comisario general director Luis Carlos Rojas Ortiz, quien le entregó a la representante del Ministerio Público la nota de servicio original que preparó la Policía para el operativo de seguridad que se debía ejecutar inmediatamente después de que los 25 senadores “aprobaran” en una sesión ilegal la enmienda constitucional para permitir la reelección del presidente Horacio Cartes.
La nota de servicio original
Según los datos, esa nota de servicio, firmada por el entonces comandante, comisario general comandante Críspulo Sotelo Cáceres, establecía las funciones básicas de todas las unidades tácticas y de orden público afectadas al servicio en la zona del Congreso, pero también dejaba una “brecha” que puede ser utilizada por la Policía como defensa y que consiste en una especie de anexo que hablaba de la posibilidad de incluir en las operaciones a cualquier otra unidad técnica o especializada, como el departamento de Investigación de Delitos.
Esta última unidad, a cargo de su subjefe, el comisario principal Tomás Paredes Palma, fue movilizada esa noche supuestamente solo para reforzar la contención de los vándalos que se habían prácticamente apoderado del centro de Asunción. Sin embargo, los policías de civil después llegaron en llamativa sincronización con los cascos azules a la sede del PLRA, solo 45 segundos después de que estos últimos mataran al joven Rodrigo Quintana.
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La fiscala, igualmente, incautó los audios de las comunicaciones por radio de esa noche y madrugada, para determinar si alguien ordenó o prohibió el ingreso al PLRA, y las muestras de los cartuchos que repartió esa noche la armería de la Comandancia.