Auditarán la gestión de González D. en el Jurado

En un primer momento llamó la atención la decisión del contralor general que había resuelto no auditar el periodo 2017 del cuestionado exsenador colorado cartista y extitular del JEM Óscar González Daher, justamente cuando se denunciaron serias irregularidades en esta institución, como el pago irregular de bonificaciones, la contratación arbitraria de funcionarios, alteración de la matriz salarial, entre otros hechos que pueden ser considerados delitos.

Como consecuencia de la decisión de García, se especuló que podría haberse tratado de un pacto de impunidad ya que el contralor está imputado por producción y uso de documentos públicos de contenido falso, por no apelar el fallo que condenó a la Municipalidad de Asunción el pago de US$ 3,6 millones a la firma Ivesur, cuando se desempeñaba como asesor jurídico de la Comuna.

El supuesto “arreglo” habría sido a cambio de que González Daher, con las influencias que sigue teniendo en la justicia, le ayudaría a García en su proceso.

Sin embargo, ayer se conoció que el Plan General de Auditorías de la Contraloría General incluirá, entre otros análisis, la gestión de González Daher no solamente en el periodo 2017 sino además el 2016, cuando fue titular del JEM.

Renunció tras escándalo

González Daher tuvo que renunciar al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados el 15 de diciembre de 2017, luego que los audios filtrados por Radio ABC Cardinal tomaran estado público, en los que se revelaban la forma en que se traficaban influencias desde el órgano que presidía.

A partir de entonces saltaron varias denuncias de hechos de corrupción en el JEM, que eran perpetrados a través de operadores del exlegislador, puestos en el órgano juzgador al solo efecto de recaudar millonarias sumas de dinero a través de la apropiación de bonificaciones y otras gratificaciones que recibían los funcionarios.

También se le atribuye a González Daher la alteración de la matriz salarial para beneficiar a sus operadores. El JEM con González Daher al frente era manejado como un feudo, desde donde se presionaba a jueces y fiscales para torcer causas, con fines monetarios. En muchos casos, estos mismos jueces y fiscales se prestaban a las maniobras que se direccionaban desde el Jurado.