Barren cúpula de Canindeyú ante inoperancia en el caso de Pablo

Una barrida en la cúpula policial del departamento de Canindeyú fue dispuesta por el Ministerio del Interior y la Comandancia de la Policía Nacional. La falta de resultados en la búsqueda de los prófugos en el caso de Pablo Medina y las conexiones que tenía el exintendente de Ypejhú Vilmar Acosta con los agentes de la zona derivaron en los relevos de fin de año.

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El cambio más significativo se da en la cuarta zona policial (Canindeyú y Alto Paraná).

Para ese cargo fue nombrado el comisario general inspector José del Carmen Garcete en reemplazo del comisario general inspector Ramón Víctor Palma Brítez.

A su vez, Palma fue designado como nuevo director de Justicia Policial, donde Garcete estaba como titular.

Como jefe de Policía del departamento de Canindeyú fue nombrado el comisario principal Silvio Solabarrieta, en reemplazo del comisario principal Celso Manuel Zelada, quien pasó a ocupar la jefatura de Policía de Caaguazú.

Solabarrieta fue durante el pasado año, jefe de Orden y Seguridad de la zona metropolitana.

Como jefe de Orden y seguridad de Canindeyú fue nombrado el comisario principal Héctor Ramón Amarilla.

Sustituye al comisario principal Carlos Vera Maidana, quien quedó a disposición de la Dirección de Orden y Seguridad de la Policía.

Como jefe de la División de Investigación de Delitos fue designado el comisario principal Luis Alberto Barrios.

Sucede en el cargo al comisario principal Juan Barúa, quien pasó a ocupar el cargo de jefe de Orden y Seguridad San Pedro.

Los cambios fueron leídos por la jefa del Departamento de Relaciones Públicas, durante una reunión de prensa en la que estuvieron presentes el ministro del Interior Francisco de Vargas y el comisario general comandante, jefe de la Policía.

Los cambios se suceden a dos meses y medio del crimen que costó la vida a Pablo Medina, corresponsal de ABC en Curuguaty.

En el atentado ocurrido en la siesta del pasado 16 de octubre también fue asesinada Antonia Maribel Almada.

Resultaba inexplicable que tras el atentado se seguía manteniendo el mismo esquema policial con una fuerte intromisión política que se atribuye a la diputada colorada Cristina Villalba y el gobernador de Canindeyú Alfonso Noria.

Anteriormente, el jefe de comisaría de Villa Ygatimí, subcomisario Américo Alvarenga, fue destituido y remitido a la capital del país.

Otro que fue relevado de su cargo, el oficial inspector Francisco Sinecio López Arrúa, quien se desempeñaba como jefe de la oficina en Ypejhú de la Sección Investigación de Delitos.

Lo trasladaron al Departamento de Eventos Deportivos de la Policía, que tiene su sede en Asunción.

Según la investigación, el chofer de “Neneco”, Arnaldo Cabrera López, detenido el pasado 8 de diciembre, dijo en su declaración a la fiscalía que el oficial inspector López Arrúa alertó vía telefónica a Vilmar Acosta que su propiedad sería allanada por los investigadores del doble crimen.

De esta forma, Acosta tuvo tiempo de fugarse de la zona. 

A mejores puestos

Si bien se desmanteló la cúpula policial de Canindeyú, la mayoría de los policías reemplazados siguen ocupando cargos importantes o inclusive mejores.

En el caso del comisario general Víctor Palma, a su cargo estará la Dirección de Justicia Policial.

Mientras que en el caso del comisario principal Juan Barúa, de jefe de Investigaciones pasó a ser el responsable de la Dirección de Orden y Seguridad de San Pedro.

En el caso del comisario Manuel Zelada, fue nombrado jefe de Caaguazú.

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