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Los diputados se abroquelan para evitar que su colega pierda su banca por uso indebido de influencias asegurando su impunidad, a pesar de que Ibáñez reconoció que cometió el delito de estafa al Estado.
Hasta ahora, se cuenta con solo nueve de las 20 firmas que se precisan para presentar el pedido de destitución: Kattya González y Norma Camacho del PEN; Rocío Vallejo, Sebastián García y Sebastián Villarejo, del PQ; Tito Ibarrola y Carlos Rejala, de Hagamos; Celeste Amarilla del PLRA y Jorge Brítez de Cruzada Nacional.
El miércoles último, la bancada de Colorado Añetete intentó sin éxito sacar un comunicado de todas las bancadas coloradas en respaldo a Ibáñez.
Los cartistas se negaron a firmar el comunicado alegando que no se pronunciarían hasta tanto exista un documento oficial solicitando la pérdida de investidura de Ibáñez.
El diputado Walter Harms (ANR, cartista) defendió la posición de los legisladores de su bancada y responsabilizó a la líder de la bancada de Colorado Añetete, Jazmín Narváez, de no socializar antes el manifiesto.
El efrainismo, con guiño cómplice, no define una posición. El líder de la bancada efrainista, Salustiano Salinas (PLRA), declaró que decidieron postergar hasta el próximo miércoles el eventual apoyo a la pérdida de investidura. Añadió que sus colegas acercarán documentos del caso y que si no se define, liberarán los votos.
En agosto del 2013, a pedido de Ibáñez fueron nombrados como funcionarios de Diputados los caseros de su quinta en Areguá: Éver Falcón, Favio Gómez y Viviana Falcón. Todos estaban a cargo del diputado, firmaban planillas y figuraba que cobraban un salario de G. 2.500.000 cada uno.
Sin embargo, mediante publicaciones de ABC Color se desveló que los funcionarios desempeñaban funciones como caseros de Ibáñez en su lujosa quinta en Areguá.
La esposa del diputado, la exmodelo Lorena Plabst, depositaba los cheques de salarios de los caseros a su cuenta personal. Tanto Ibáñez, su esposa, como los tres caseros y la jefa de gabinete del diputado, María Liz Gutiérrez, quien falseaba las planillas, fueron imputados. Recientemente, “reconocieron” el delito para eludir el juicio obteniendo la suspensión de su proceso a cambio de la compra de un transformador.