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Para tomar esta decisión, los senadores se basaron exclusivamente en el Art. 201 de la Constitución Nacional que establece la pérdida de investidura para diputados y senadores. Sin embargo, los diputados, trabaron el año pasado el tratamiento de la expulsión de Portillo con la excusa de que no había una reglamentación que estableciera el procedimiento para aplicar la sanción política.
Desde la media sanción del proyecto de ley por parte de Diputados, el Senado ya destituyó a dos de sus integrantes. Ahora la norma que propone una reglamentación se encuentra en el campo de los diputados y con dictamen favorable de la Comisión de Asuntos Constitucionales.
Los diputados ya no pueden establecer modificaciones al proyecto de ley por lo que les resta aprobar con las modificaciones propuestas por la Cámara Alta. El texto plantea mayoría absoluta, es decir 41 votos en diputados de un total de 80 y 23 votos de 45 senadores para dar curso a la expulsión de un legislador.
El imputado senador Óscar González Daher (ANR, cartista) fue destituido de la Cámara Alta por tráfico de influencias tras divulgarse audios filtrados que revelaban que ponía de rodillas a jueces y fiscales. Portillo está acusado por el mismo caso que el senador. Sin embargo, goza de la protección política tanto del movimiento Colorado Añetete como de sus colegas.
En la elección de la mesa directiva de julio del año pasado, el voto de Portillo fue clave para que Cuevas (Añetete), investigado por supuesto enriquecimiento ilícito sea ungido titular de Diputados.
Durante el voto nominal votó por Cuevas y en ese momento recibió el abucheo de sus correligionarios, quienes creían que acompañaría al candidato Pastor Vera Bejarano. Lo tildaron de traidor. Su giro le valió un cargo para su hermana y un cupo de 16 funcionarios en la comisión de Discapacidad.