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Cartes, en su intervención en la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, –última como presidente de la República– aseguró que su gestión está logrando un “proceso de transformación nunca antes visto” del Paraguay, con la superación de viejas prácticas como la cultura del clientelismo político y la corrupción.
Sin embargo, no mencionó la crisis de seguridad que ha recrudecido en el país, que actualmente tiene a cinco secuestrados y los asaltos callejeros permanentes. El Presidente sí se mostró interesado en la paz y seguridad a nivel internacional.
Los secuestrados son: el suboficial de Policía Edelio Morínigo, que hoy cumple 1.175 días de cautiverio; el colono menonita Abrahán Fehr, 776 días; el ganadero Félix Urbieta, 344, y los colonos menonitas Franz Hiebert, 31; y Bernhard Blatz Friessen, 20 días.
En cuanto a las viejas prácticas políticas se puede mencionar que en las últimas semanas varios funcionarios públicos con cargos directivos fueron destituidos o forzados a dejar sus puestos por no apoyar al presidenciable oficialista Santiago Peña.
El Mandatario expresó su preocupación por la situación de los Derechos Humanos en Venezuela, pero no se acordó de que el Uruguay otorgó refugio político a dos dirigentes del PLRA que se sintieron perseguidos por el Gobierno tras la frustración del proyecto de reelección del titular del Ejecutivo. Inclusive una comisión de la ONU calificó como una presunta ejecución extrajudicial el asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana, cometido durante un atraco de la Policía al Directorio del PLRA, en las protestas contra la reelección. Cartes destacó el crecimiento económico del país, las inversiones, y la reducción “de los índices de pobreza”.