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Por año, se evidencia que la cifra es aún más exorbitante, pues trepa a 7.079.365.440 (US$ 1.250.771). A ello se le agrega el pago a 50 funcionarios paraguayos, con lo cual el presupuesto anual trepa a G. 24.555 millones (US$ 4.400.000). El jefe de la delegación cobra G. 36.076.740, dinero que ahora percibe Alfonso González N. (ANR).
La actividad de los parlasurianos es casi nula. Deben reunirse, en teoría, una vez al mes en Montevideo, Uruguay, para debatir protocolarmente sobre cuestiones que no son urgentes para la región.
Además, sus pronunciamientos no tienen fuerza de ley en los Estados parte: Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay más Bolivia y Venezuela. Solo emiten recomendaciones y las famosas preocupaciones.
Fueros
El parlasuriano argentino Humberto Benedetto visitó el Paraguay la semana pasada para participar de un acto. La ocasión fue propicia para dialogar con él sobre la situación que se produce con integrantes de Paraguay en el Parlamento del Mercosur, que se escudan en sus fueros para evadir procesos judiciales sobre hechos de corrupción.
“El protocolo del Parlasur es sumamente claro con respecto a los fueros. Dice: los parlamentarios tendrán fueros e inmunidades por lo que hagan o digan en el ámbito del Parlasur. Si yo mañana asalto un supermercado, voy a ir preso en Argentina. Ahora, si yo mañana digo tal presidente o el presidente (Nicolás) Maduro es un dictador, nadie me va a poder juzgar en ningún lugar por ataque a la investidura presidencial”, indicó. Más adelante, agregó que los fueros están para darle independencia al parlamentario en su labor como tal.
Benedetto relató que en su país los parlasurianos no perciben un salario, pese a que “la justicia ha fallado que nadie puede estar desempeñando una función ad honorem cuando ha sido electo por el pueblo”. Tampoco pueden desempeñar otras funciones, expresó.