Codearse con los mejores del mundo no es para cualquiera, afirma Víctor Pecci

–¿Hay esperanza con los que nos van a representar en Río?

–Siempre está la esperanza, pero no es nada fácil. Siempre el deportista trabaja para eso. Las Olimpiadas son cada cuatro años. Son como los mundiales de fútbol. Conseguir una medalla es difícil. Solamente el fútbol nos dio una medalla de plata (vicecampeón) en Grecia 2004. Se perdió la final con Argentina. Lógicamente que el hecho de clasificar para un país como Paraguay ya es importante. No cualquiera se codea con los mejores del mundo. Yo me sacrifiqué mucho y las secuelas estoy sintiendo ahora con los problemas que tengo en la cintura y en las rodillas. Requiere esfuerzo, perseverancia y paciencia.

–¿Cuántos van a la Olimpiada?

–Son seis clasificados por méritos propios y cinco invitados: dos en remo, golf, dos maratonistas, y luego los invitados: dos en natación y tiro, uno en tenis de mesa, uno en tenis de campo...

–¿Es una cantidad habitual?

–Ahora son 11. Creo que hace cuatro años en Londres hubo seis participantes. Hubiéramos querido que fueran más, pero eso se consigue con trabajo.

–¿Mucho trabajo?

–La Secretaría Nacional de Deportes aportó una suma para cada deportista clasificado a fin de solventar sus gastos. Tenemos además 45 jóvenes becados que reciben un rubro para solventar su entrenamiento, sus vitaminas, la preparación física, sus viajes, lo que hace falta a los deportistas de alto rendimiento...

–¿Qué hace el Gobierno para promover el deporte, para buscar talentos?

–No es fácil encontrar talentos. De repente aparecen. Trabajamos en todo el país con escolares, menores de 14 años y menores de 17. En nuestra sede de la SND tenemos 22 disciplinas en los diferentes deportes con sus profesores. Ahora tenemos las finales de fútbol, donde participan 500 chicos. Se van a jugar finales de menores de 10, 12 y 14 años. Los grandes deportistas salen de las escuelas y nosotros estamos abarcando todo el país con nuestros juegos escolares. Son como 800 escuelas. Los ganadores irán a Medellín este año en cuatro disciplinas colectivas: básquet, hándbol, vóley y fútbol de FIFA, e individuales como tenis de mesa, natación, ajedrez, judo, atletismo. El año pasado hicimos un evento muy grande. Vinieron 2.500 chicos de los 10 países de Sudamérica. Tenemos también una selección indígena clasificada para los Sudamericanos. En el 2017 se va a Canadá para el Mundial. Trabajamos con chicos que están privados de libertad y con problemas de drogas...

–¿Dónde juegan? ¿Son 800 escuelas?

–Estamos construyendo una pista de atletismo en Encarnación con certificación de la Federación Internacional de Atletismo para eventos internacionales. Ya hicimos polideportivos para ocho disciplinas en Horqueta, Santaní, Itacurubí, San Ignacio, Troche, Yegros... Vamos a remodelar nuestro polideportivo (en la sede de la SND) que ya está un poquito obsoleto. Tenemos solamente capacidad para 2.000 personas. Haremos una para 4.000...

–¿Cuál es el presupuesto del ministerio de deportes?

–Teníamos antes el 1% del alcohol y el tabaco. Hoy en día eso ha cambiado. Ya no tenemos el alcohol pero sí tenemos el 18% del tabaco. Ahora entra más dinero. Nuestra filosofía es la transparencia y la honestidad. Si hacemos bien los deberes sabemos que en el futuro vamos a tener credibilidad y más apoyo incluso del sector privado.

–¿Qué pasa con el tenis? Es uno de los deportes que más le habrá interesado explotar, ahora como autoridad...

–Bueno, el tenis es muy competitivo. Geográficamente no estamos muy favorecidos. Los grandes torneos están en Estados Unidos y Europa. Hay que empezar a los seis años, quemar etapas, muy lentas: de 6 a 12 años. A los 14 recién se comienza a competir con tenistas de otros países. Se precisan mucha técnica, táctica, física y la parte sicológica. Hay que saber superar las frustraciones. Hay que saber perder. Son muchas cualidades juntas que se tienen que dar para tener éxito. El paraguayo corre con muchas desventajas...

–¿Es difícil la masificación?

–Se puede llevar el tenis a las escuelas, pero es la federación la que tiene que hacer ese trabajo. Es complejo, complicado. Se requiere una superficie relativamente grande y mucha inversión: red, pelotas, raquetas, calzado, ropa. En cambio, promover el fútbol es más fácil. En una cancha de fútbol solo se necesitan de una pelota y meter adentro 22 personas...

–¿No vamos a ver a otro Víctor Pecci en mucho tiempo?

–¿Por qué no? Pero para tener éxito hay que salir del país, codearse con los potenciales competidores. A eso hay que agregarle talento y perseverancia. Millones son los que practican el tenis, pero el circuito mundial está reservado a no más de 100 jugadores. En mi época había dinero, ahora hay mucho más...

–¿Cuánto más?

–Cuando yo llegué a la final de Roland Garros (el Gran Premio de Francia) en 1979, (el sueco Bjorn) Borg cobró 120.000 dólares. Yo creo que cobré 70.000. Hoy el ganador de Roland Garros lleva 2 millones de dólares y el finalista 1.200.000. Aparte se gana con los sponsors de ropas, championes, raquetas, relojes... Se reparte 50 veces más plata que antes.

–¿Cuál fue su mayor éxito?

–Llegar una vez a la final (1979) y otra vez a la semifinal (1982) de Roland Garros. Estuve entre los 10 mejores jugadores del mundo. También fue un suceso para nosotros estar siete años seguidos en el grupo mundial de la Copa Davis. En dobles también estuve entre los 10 primeros.

–Esos duelos por Copa Davis fueron históricos,..

–Acá en Asunción le ganamos a la República Checa de Ivan Lendl, a Francia de Yannick Noah y a Estados Unidos de Jimmy Arias y Aaron Krickstein. Les ganamos a los monstruos del tenis mundial.

–Los extranjeros se quejaron mucho del ruido del público o la superficie que elegían...

–La ventaja en Copa Davis es que el local elige la superficie que más le conviene. Luego está el soporte del público. En esa época había mucha efervescencia, el lugar de la competencia era en general cerrado y la hinchada alentaba mucho...

–Los franceses de Yannick Noah ni se imaginaban perder en el piso parquet del Consejo.

–Perdieron 3 a 2. Mi partido con Noah duró más de cinco horas. Era una superficie muy rápida, no habitual para ellos. No les gustó el aliento del público. No estaban acostumbrados...

–¿Qué faltó para llegar a campeón de la Copa Davis?

–Nos sancionaron. Perdimos la localía y tuvimos que ir a jugar en campo neutral, en Venezuela. Fue después del partido con Estados Unidos (1987). El presidente de nuestra federación le insultó al árbitro. En Venezuela los españoles nos ganaron 3 a 2. De local no nos iban a ganar.

–Ahora se viene el Gran Dakar. Dicen que es el primer evento de esa envergadura.

–Va a ser el 1 y 2 de enero. Es un evento mundial que será transmitido a 170 países en directo. Aquí se hará la largada en la Costanera. De Francia viene un barco con camionetas, autos, motos, camiones, mecánicos y los que vienen de Europa a correr. Será el evento más importante que podremos ver los paraguayos en muchos años.

–¿Cuánta gente viene?

–Esperamos a unas 5.000 personas. Estarán aquí seis días y luego se van a Argentina y Bolivia.

–¿Cómo consiguieron inscribir al país?

–Dos años previamente tuvimos que hacer el Dakar Series. Es el Dakar pero mucho más chico. El Dakar es un evento que tiene mucho prestigio. Los organizadores son franceses. Antes se hacía en África pero hubo un problema de terrorismo. Mataron dos periodistas.

–¿Tiene su costo para el Estado?

–Sí, pero en hotelería estimamos que dejará unos cinco millones de dólares. La largada tendrá una duración de seis horas. Estaremos en el foco de 170 países que transmitirán el acontecimiento por televisión y las redes sociales. Es una propaganda muy grande para el país. Es un rally de 20 días, el más prestigioso, más duro y más largo del mundo. Es una odisea. Es muy extremo.

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