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La sentencia se dio ayer después 16 años de haberse iniciado en la justicia argentina un juicio contra jefes militares que actuaron contra ciudadanos amparados en un inmoral acuerdo entre las dictaduras militares de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay, denominado “Plan Cóndor”.
Los acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad fueron 18, uno uruguayo y los demás argentinos. Las condenas fueron hasta 25 años e inhabilitación por el doble del tiempo de su condena. Entre ellos el Gral. Reynaldo Benito Bignone, condenado a 20 años, y Manuel Juan Cordero Piacentini, a 25 años.
Dos paraguayos
Dos fueron condenados por casos de detención ilegal y desaparición de paraguayos. Se trata del general Eugenio Guañabens, condenado a 13 años de prisión e inhabilitación por 26 años, por privación ilegítima de libertad contra el compatriota Juan Alberto Filártiga Martínez, primo hermano del Dr. Joel Filártiga; y del capitán uruguayo Carlos Humberto Caggiano Tedesco, condenado a 12 años e inhabilitación de 24 años, por abuso de autoridad contra el paraguayo Cástulo Vera Báez.
La segunda parte de este juicio se realizará el 8 de agosto próximo.
La transmisión del juicio oral se realizó ayer por la tarde en la sede de la Embajada de Argentina en Asunción. Los embajadores de ese país, Eduardo Zuain; del Brasil, José Eduardo Martins Felicio, y de Uruguay, Federico Perazza, siguieron de cerca el desarrollo del juicio. El diplomático argentino abogó porque la sentencia de ayer sirva como lección para la historia, para que nunca más en América del Sur se tengan hechos de violación masiva de derechos humanos.
Igualmente, víctimas de la dictadura stronista y del Plan Cóndor y familiares de desaparecidos asistieron a la transmisión con mucha expectativa y esperanza de que en Paraguay también se pueda llegar a juicio contra represores, torturadores y saqueadores del país durante la larga dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
Expresaron que la sentencia de ayer marca un hito importante en la historia y constituye una esperanza para que por fin puedan encontrar justicia en su largo calvario de búsqueda de sus seres queridos en el caso de los desaparecidos.