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En coincidencia con la Jornada por la Paz que presidió ayer el papa Francisco en Asís, Italia, las confesiones cristianas y judías también oraron aquí por la paz en el mundo.
En su alocución, el arzobispo Valenzuela advirtió de las amenazas que se ciernen sobre la paz como las ideologías del terrorismo. “Estas atacan la naturaleza humana”, dijo.
Al referirse a nuestra realidad, indicó que otra amenaza contra la dignidad de la persona es la pobreza extrema. “Campesinos, indígenas, y quienes viven en los cinturones de las ciudades son víctimas de la injusticia social. Estas situaciones inquietan y producen desequilibrio social y afectan a la estabilidad de la paz nacional”, resaltó.
En otro momento, recordó que los conflictos sociales y los políticos no solucionados, crean zozobra e inseguridad. En ese sentido, dijo que los pobres esperan aún soluciones a la tenencia de tierra, vivienda, trabajo, salud, educación y caminos de todo tiempo. Aclaró que esta situación es una oportunidad para la justa distribución de la riqueza y la solidaridad con los pobres. “Los conflictos políticos que tienen carácter de corrupción, inoperancia, falta de patriotismo, son también oportunidad a la sana política para el bienestar de las familias más humildes y el bien común”, indicó.
Se mostró preocupado por las amenazas a la paz que vienen del tráfico de drogas, de armas, de trata de personas, de lavado de dinero y de la drogadicción, “un cáncer creciente de proporciones trigonométricas, un veneno que daña la salud de niños, jóvenes y adultos”.
El rabino Julián Vainstein, de la Comunidad Judía en Paraguay, dijo en el acto que la paz debe ser hoy una acción. Agregó que Dios necesita de los líderes religiosos para que la voz que promueva la paz llegue a los lugares donde hay guerra.
Por su parte, Abuna Andrés, de la Misión Libanesa Maronita, indicó que vivió 12 años la guerra en el Líbano y fue muy dolorosa. Explicó que muchos animan la cultura de la muerte, sin embargo los cristianos “animamos la cultura de la paz”. Añadió que las armas solo producen conflictos, “por eso todos debemos pedir que paren ese negocio”.
El representante de la Iglesia Anglicana, Rvdo. Donald Brooks, dijo en el acto que Dios envía a cada uno a enseñar la paz, que salga de los corazones y que significa amar al prójimo.
La jornada por la paz en Paraguay también contó con la participación de grupos de jóvenes que animaron el evento con alegorías, mientras que la parte musical estuvo a cargo de la Schola Cantorum.