Consultor cree que en 2018 gana la oposición

Fue consultor político de Aznar, Rajoy y, últimamente, del ecuatoriano Lenin Moreno. A sus 45 años, el español Antonio Solá asesoró a 11 de los que ya fueron ungidos jefes de Estado. En esta entrevista argumenta sus razones para sostener que la oposición está en situación inmejorable para ganar en 2018.

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–¿Cuántos años? ¿Cuál es su profesión, originalmente?

–Tengo 45 años. Soy periodista de origen. Estudié en la Complutense de Madrid. Hice varios masters, pero la consultoría política comencé con el Partido Popular (derecha). Estuve con Aznar, Rajoy. Con Rajoy me tocó el 2008 y la campaña de hace un año y medio, la de 2016. Estuve trabajando recientemente en Liberia, en Sudáfrica, en República Democrática del Congo. En Argentina estuve detrás de la diputación con Sergio Massa. En México le hicimos la campaña a Felipe Calderón (2006). En Ecuador estuve con Lenin Moreno en esta segunda vuelta.

–Todos creyeron que iba a perder o que su mentor, Rafael Correa iba a hacer trampa...

–Hubo un postconflicto electoral pero Lazo terminó reconociendo pronto el resultado...

–¿Cómo hizo la diferencia?

– Lenin hizo bien al independizarse de Correa en la segunda vuelta. Terminó ganando por dos puntos.

–¿Cuál fue el punto para despegarse de Correa?

–El tema de la corrupción, yo creo. Dijo que no iba a apañar la corrupción. De hecho, Lenin, después de ganar, ya no tiene a su vicepresidente, Jorge Glass. Está en la cárcel acusado de corrupción. Aparte hay ministros prófugos del Gobierno de Correa. Lenin está con una mano implacable contra el tema de la corrupción que es lo que reclamaba el electorado ecuatoriano. –Quiere decir que el Presidente es determinante para impulsar los casos de corrupción...

–Aunque muchos no lo crean, la política sirve para construir un mundo mejor. Uno de los discípulos de Mandela, el presidente actual, (Jacob) Zuma, está acusado de corrupción, acusado de haberse gastado una fortuna en los placeres mundanos.

–Usted asesoró también a (Felipe) Calderón en México...

– A Calderón lo viví muy de cerca. Todos decían: “es imposible combatir al narcotráfico”. El tipo estuvo seis años. Sacó al Ejército a las calles y el narcotráfico se redujo. Bueno, hubo 60.000 muertos pero alguien tenía que detener esa sociedad cooptada por el narcotráfico, el cártel de Sinaloa, el cártel del Pacífico, los cárteles más cruentos de América Latina.

–¿Por qué los llaman mercenarios a los consultores políticos?

–No todo vale para caer con cualquier cliente. Hay límites. Hay principios. Ni siquiera estoy hablando de ideologías. A mí me critican porque dicen que he asesorado más a políticos de derecha que de izquierda. Para mí, tiene más valor la potencia del liderazgo que la ideología...

–La ideología hoy día es apenas un rótulo, una excusa...

– Estamos asistiendo al entierro de las ideologías y a la supremacía de los liderazgos. El chavismo existió porque existió Chávez. El correísmo fue por Correa, el kirchnerismo por Néstor Kirchner...

–O el partido de Morales. Se acaba cuando se vaya Morales...

–Igual el castrismo, el orteguismo en Nicaragua, Lula en Brasil. Al final son las personalidades las que terminan sometiendo a los pueblos al hambre como sucede en Venezuela. Nicolás Maduro cuando caiga va a terminar en la cárcel o sometiendo a su pueblo a una guerra civil...

–Todo para salvar el pellejo...

–Para salvar su pellejo y el de sus secuaces.

–¿Por qué hay tantos jefes de Estado con juicios de corrupción o en la cárcel? En Perú, Ollanta Humala y su esposa; Toledo tiene pedido de extradición. Se investiga el período de Alan García... De Lula ni hablemos, Cristina en Argentina.

–Si cometieron delitos tienen que ir a la cárcel. No por eso tenemos que desencantarnos de la política. Si nos apartamos de la política como está pasando ahora, entonces sucede con más frecuencia que los políticos terminan metiendo mano en caja ajena. “Hasta el justo peca en caja abierta”, como dice el refrán. Entonces, mejor cerremos la caja. Vigilemos a los políticos. La responsabilidad no es solo de ellos. Es de todos. Hay muchas cosas que resolver en nuestros países. Una de esas cosas es elegir bien a nuestros gobernantes. Tampoco tenemos que dejarlos solos. Hay que auditarlos, pedir cuentas... No hay que perder la esperanza. Hay políticos que valen la pena. Entonces, si hay gente que vale la pena hay maneras de cambiar este mundo.

–¿Cuándo es más fácil hacer una campaña?

–Yo creo arduamente en la polarización, en el contraste. He ganado muchas presidencias. A mi edad ya tengo 11 presidencias ganadas, y he hecho muchas campañas a gobernador, intendencias municipales... Soy un asesor que no se queda callado. Soy agresivo cuando es necesario. Lo importante es la estrategia que uno elige para ganar...

–¿Qué opina de la campaña sucia?

–A nosotros nos acusaron de hacer campaña sucia cuando impusimos la frase: “López Obrador: un peligro para México”. El tipo prometió un tren bala de tres mil kilómetros, desde Ciudad de México hasta Baja California. Estaba anunciando un endeudamiento feroz, así como hizo cuando fue alcalde (intendente). Subió al doble la deuda. Hoy pienso distinto de Andrés Manuel (López Obrador). Pienso que ha madurado y puede ser buena opción para las elecciones de 2018. El que hizo campaña sucia con eso de la “postverdad” es Donald Trump. Decía por ejemplo: “Hillary Clinton va a permitir millones de clínicas abortistas en Estados Unidos”. Le dijo a Hillary: “Te voy a meter a la cárcel”. Le dijo de todo. No le dijo “put...” de milagro.

–¿Usted está asesorando a un candidato en Paraguay?

–Estuve en la campaña pasada con Efraín y creo verdaderamente que es la mejor opción que tiene Paraguay para gobernar.

–¿Puede tener posibilidades?

–Sí, claro.

–¿Cómo le ve a los candidatos colorados?

–Son dos jóvenes, uno de 39, el otro de 44... Las candidaturas están muy polarizadas entre el cartismo y el no cartismo. Luego de las internas puede haber repercusiones, sin lugar a dudas.

–¿A favor de la oposición?

–Sí. Mi impresión es que el oficialismo lo tiene complicado. Podría haber una fractura fuerte dentro del coloradismo.

–¿Puede haber un “final de bandera verde” (cabeza a cabeza) en abril?

–La elección no se gana hasta que se gana, cuando el árbitro electoral dice presentando el acta de constancia: “Fulano ganó la elección y es el nuevo Presidente”. La pelea hay que darla hasta el último día. No quiero que interpreten que estoy desmeritando a Marito y a Peña, que me parecen muy respetables, muy honorables. Pero, con mucha franqueza, le voy a decir que conozco bien a Efraín y creo que tiene todo para ganar. Si pierde es otra cosa.

–¿Por qué perdió ante Cartes?

–Porque se mató o lo mataron a (Lino) Oviedo, punto uno... Si llegaba Oviedo, Cartes no hubiera ganado.

–¿Hubiera ganado Efraín?

–Sí, claro. Si no lo hubieran traicionado además dentro de su partido. Una facción terminó apoyando al cartismo. No quiero que me pregunte nombres. Efraín hizo una extraordinaria campaña pero se mató Oviedo, y Oviedo contenía al Partido Colorado...

–Se mató Oviedo o lo mataron, ¿cómo es para usted?

–Póngalo como quiera. No tengo elemento para decir que lo mataron. Lo correcto sería decir: a la muerte de Oviedo, a la desaparición de Oviedo... Electoralmente hablando, el oviedismo dejó de ser contención para el Partido Colorado porque de los 300.000 votos que tenía en ese momento, prácticamente el 50 por ciento de esa cantidad se fue con los colorados, su espacio natural. Efraín perdió por ciento y tantos mil votos de diferencia. A pesar de la vida imposible que le hicieron en su campaña yo creo que si Oviedo hubiera vivido, Efraín tenía que ser Presidente. Cuando murió Oviedo yo tuve una reunión con Efraín y le dije: “¡Qué difícil se nos pone la elección!”. Le faltó ese oxígeno para llegar.

–Y Lugo, ¿cómo fue?

–Porque en parte Oviedo estaba ahí. Dividía a la derecha. La fragmentación es importante para ganar. Efraín ahora lidera un frente amplio reforzado importante. Los colorados deben de prepararse muy bien para lo que se viene en el 2018.

–¿Hay riesgo para el crimen político?

–Dios no lo quiera. La política es un deporte de alto riesgo. Es subir una montaña sin arnés, sin protección. Lo de Oviedo es discutible pero en México mataron a (Luis) Colosio (23 de marzo de 1994) para que no sea Presidente, o en Colombia mataron a Luis Carlos Galán (18 de agosto de 1989). Hay muchos ejemplos. La gente se mata por política. Muchos intereses oscuros hay en el bajo mundo. Matan periodistas por nada. Acaban de matar a esta periodista de Malta (Daphne Caruana Galizia).

–Sí, la bloguera...

– Es la que ventiló al presidente de Malta (el primer ministro Joseph Muscat y su esposa) con paraísos fiscales. Ella fue la que lideró las denuncias de los Panama Papers en Malta. Le pusieron una bomba en el auto. Tenemos que cuidarnos como sociedad. Si hay gente descontenta con la ley, cambiémosla. No es con balas que se va a cambiar. Hay muchos intereses en juego pero tenemos que estar dispuestos a jugar la partida, siempre. Decía un amigo mexicano, que es un genio del humor: “El bien le gana al mal siempre y cuando el bien no se apendeje (no se acobarde)”.

holazar@abc.com.py

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