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En octubre del año pasado el presidente de Diputados, Pedro Alliana (ANR, cartista), solicitó a la Contraloría auditar toda la gestión del expresidente de la Cámara Hugo Velázquez, hoy vicepresidente electo, ante la sospecha de supuestas irregularidades en el manejo administrativo.
El director de Control de la Administración Central de la Contraloría, Arnaldo Zárate, al ser consultado sobre el avance de la auditoría declaró que los trabajos en la Cámara fueron suspendidos temporalmente hace 22 días a pedido de la Cámara Baja.
Mencionó que a través de un correo electrónico desde la Cámara alegaron refacciones en la oficina donde trabajaban los tres auditores de la Contraloría.
Zárate sostuvo que los trabajos que estaban realizando se ven afectados ya que las recomendaciones a la administración de Alliana debían ser elevadas en el mes de julio.
El funcionario explicó que se encontraban en la etapa de ejecución de la auditoría tras recabar toda la documentación relacionada a cupos de combustible, pasajes y viáticos, entre otros rubros.
Por su parte, el director administrativo de Diputados, Ramón Solís, mencionó que no existió un pedido para suspender la auditoría y que los trabajos continúan. Sí señaló que existió un inconveniente en la oficina que estaban utilizando los auditores.
Manifestó que realizaron trabajos de mantenimiento del edificio por problemas eléctricos que ocasionó la reconstrucción del Senado. “Nos solicitaron que les comentemos a sus superiores de las vibraciones en el edificio y a la vez les solicitamos documentos que tienen en su poder”, indicó Solís.
Alliana había denunciado que en la administración de Velázquez se utilizaron más de la cuenta los rubros de contratos, bonificaciones y combustible. Velázquez negó todas las acusaciones.