Corrupción política es deformación del sistema democrático, dice Iglesia

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Los obispos se suman al aniversario de la caída de la dictadura y recuerdan que la corrupción política es una de las deformaciones del sistema democrático.

“El 3 de febrero de 2019 se cumplen 30 años de la transición democrática en el Paraguay. Celebramos tres décadas en que el pueblo paraguayo experimenta, sin interrupción, el sistema democrático, con elecciones periódicas en el marco de un ambiente de ampliadas libertades públicas”, señala un comunicado que dieron a conocer ayer los obispos del Paraguay con motivo del 30º aniversario de la caída de la dictadura.

Los pastores consideran este acontecimiento como una oportunidad para compartir con los fieles católicos y personas de buena voluntad algunos elementos para la evaluación del estado de la democracia en el Paraguay, a la luz del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI).

Por ejemplo, invitan a preguntarse cuál debe ser la actitud y el compromiso de los representantes políticos frente a la corrupción, y para ellos la respuesta es que “a la luz del magisterio, la corrupción política es una de las deformaciones más graves del sistema democrático, porque traiciona al mismo tiempo los principios de la moral y las normas de la justicia social; compromete el correcto funcionamiento del Estado; introduce una creciente desconfianza hacia las instituciones públicas y causa un progresivo menosprecio de los ciudadanos por la política y sus representantes, debilitando las instituciones. La corrupción impide la realización del bien común”.

Sistema democrático

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Sobre el sistema democrático, dicen que la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus gobernantes, o bien la de sustituirlos oportunamente de manera pacífica (…). Consideran que una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana.

Jerarquía calumniada

La jerarquía de la Iglesia Católica soportó persecuciones durante la dictadura stronista (1954-89). Varios sacerdotes fueron expulsados del país, mientras otros pastores fueron calumniados como el caso de los obispos Ismael Rolón Silvero, Mario Melanio Medina y Aníbal Maricevich; los presbíteros Américo Ferreira, Benito Páez, Domiciano Ramírez y otros. Eran tratados de comunistas por el vocero del régimen que era la Voz del Coloradismo. Los laicos también fueron difamados, pero nadie retrocedió a la hora de salir a las calles a protestar.