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El primer periodo de la Gobernación (1993-1998) lo dirigió Tarcisio Sostoa (ANR). Fue el único periodo en que hubo señales de avance en obras, con la instalación del sistema de distribución de electricidad.
Entre 1998 y 2003 fue un periodo caótico. Hubo seis gobernadores, todos colorados: Óscar Alvarenga (seis meses), Bernardino Garcete (un año), Nelson Paredes (tres meses), Sergio Valinotti (siete meses), Vidal Benítez (siete meses) y completó el período Nildo Penayo.
Luego, de 2003 a 2007 estuvo en el cargo Erasmo Rodríguez y renunció agobiado por denuncias de corrupción e investigaciones fiscales. Rosalba Belmonte de Penayo completó el período.
Tanto Rodríguez como Belmonte de Penayo fueron condenados a devolver dinero robado durante sus respectivas administraciones. Pero, ninguno cumplió.
Entre 2008 y 2013 Justo Fernández Bauzá (ANR) fue el gobernador y también terminó con denuncias de corrupción. Actualmente ostenta el cargo de jefa departamental Marlene Ocampos (ANR), cuya administración también es muy cuestionada.
Todos los exgobernadores fueron impuestos por el exdiputado colorado José Chamorro, quien se hacía llamar “tío” por sus partidarios. Durante una década fue el “amo y señor” del departamento y dispuso según sus intereses de los recursos de la Gobernación y de las comunas.
En 22 años, la Gobernación recibió más de G. 350.000 millones, pero no existen obras que justifiquen el destino de esos recursos, a excepción de la buena vida que llevan la mayoría de los políticos que pasaron por las instituciones departamentales y comunales. Mientras la población se sume en la miseria, sus autoridades electas para trabajar por el desarrollo del departamento, se toman el lujo de vivir en Asunción.
Luz de esperanza
Para colmo, el Ministerio de Obras Públicas apagó la luz de esperanza que tenía la población para salir del aislamiento por tierra al suspender la licitación del asfaltado del tramo de 227 km Loma Plata-Carmelo Peralta. Esta obra se debe realizar íntegramente con capital privado en la modalidad llave en mano, y sería, si se hace, el primer camino con capa asfáltica en el Alto Paraguay, ya que hasta ahora sigue siendo el único departamento donde no existe un solo centímetro de asfalto.
Además, canceló la licitación de la reparación de 25 kilómetros de tramos críticos del acceso a Alto Paraguay. A todas luces, fue para evitar adjudicar una empresa menonita que presentó la mejor oferta y que tiene la confianza de la población por ser conocedor de las peculiaridades del suelo chaqueño.
Empresas que fueron beneficiadas con jugosas contrataciones realizaron obras chapuceras, que se destruyeron con la primera lluvia.