Inició el oficio religioso orando por el descanso eterno del joven asesinado en el local del PLRA, Rodrigo Quintana. Reflexionó además sobre los hechos acontecidos en la jornada del viernes y madrugada del sábado, señalando que la violencia no es el camino.
Pidió a los coordinadores de grupos juveniles de las parroquias, que fueron invitados para la misa, ser agentes de paz, como lo fue Jesús.
“La violencia no es el camino, pues se genera más violencia. El camino nos muestra Jesús, nos muestra qué es la vida, qué es la gracia, qué es el perdón. Con los jóvenes coordinadores de las iglesias y movimientos nos unimos hoy en esta misa para rezar por la paz. En este momento de penumbra, se necesita de personas que promuevan la paz. Estamos cansados de la violencia y el desorden”, dijo el obispo.
Minutos después, durante su homilía, Valenzuela insistió en que el camino no es la violencia. “Insistimos con este término, porque es lo que más está impactando en estos días. Todos quedamos impresionados y confundidos por todo lo ocurrido (la represión, el incendio del Congreso y el asesinato del joven dirigente liberal)”, dijo.
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Medios ofrecen el camino del mal
Valenzuela dijo a los jóvenes que el verdadero camino de Dios es el camino del amor, del servicio, de la solidaridad y del perdón. “Es tan distinto del camino del mal, al que estamos tan acostumbrados, a los que los medios de comunicación permanentemente nos están ofreciendo y nos alimentan. No solo violencia física, sino todo tipo de violencia. A veces ya no distinguimos más las violencias físicas, psicológicas, las violencias políticas y culturales. Van entrando lentamente en nuestras vidas y nosotros hacemos repercusión de esta violencia en el hogar, en los colegios, en la universidad y en las calles”, dijo.
