Cuestionamientos a la autopsia de Argaña

Los médicos legistas Leopoldo Quinteros, Moisés David Dib y José Enrique Castelucci, del Instituto de Medicina Forense de la ciudad de Córdoba, encuentran dudas razonables sobre los resultados de la autopsia practicada a Luis María Argaña, en cuando a la hora de la muerte, la dirección de los disparos y la distancia desde donde se efectuaron los mismos. Quisimos aclarar incógnitas con el doctor José María Llano, uno de los firmantes de la necropsia, pero no concurrió a la cita.

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La autopsia del doctor Argaña se realizó el 23 de marzo de 1999 a las 12:15, cuatro horas después del atentado, en el Sanatorio Americano. Firman el informe elevado al juez Jorge Bogarín los doctores José Llano y José Bellasai.

También figuran en el escrito, pero no firman, los doctores Ramiro García Varesini, Carlos de Jesús Velázquez y Osvaldo Lurashi.

Los médicos señalan que el cadáver tiene marcada palidez, no tiene signos de rigidez ni lividez cadavéricas, y presenta cinco orificios de bala: uno de entrada y salida en el antebrazo derecho, otro de entrada en lado anterior del brazo derecho a 15 centímetros del hombro, un raspón superficial en la región lumbar derecha, otro de entrada en la cadera derecha, y otro de entrada en el flanco derecho, a la altura de la octava costilla.

Se rescata un proyectil cerca de la piel en el abdomen y otro en la cavidad torácica, "en medio del contenido hemorrágico" (en el video se ve que lo encuentra de repente García Varesini, pero nadie explica su origen).

En el informe figura que se realizaron estudios radiológicos y se constató la presencia de un tercer proyectil "en la región subescapular (omóplato) derecha, que no fue extraído".

Los médicos concluyen que la muerte se produjo entre 3 y 4 horas antes de la autopsia y que fue provocada por una bala que dañó el corazón y el nacimiento de la arteria pulmonar, aunque no queda claro cuál es el proyectil (Bellasai declaró al juez en ese momento que "está perdido por ahí"), por dónde ingresó y cuál fue su trayectoria.

DUDAS

El primero que puso en entredicho el resultado de la autopsia fue el médico forense rural Pedro Flores, quien declaró a ABC Color que él veía señales de que el doctor Argaña había muerto varias horas antes de las señaladas en el informe, y que descartaban que la muerte hubiera sido provocada por alguno de los cinco impactos de bala constatados en el peritaje.

Flores fue inmediatamente desautorizado por otros colegas y hasta por la Corte Suprema de Justicia, que emitió un comunicado para señalar que no estaba inscripto como forense en Tribunales.

Pero luego vinieron otros y otros que fueron encontrando más y más contradicciones.

Lo primero que cuestionó el grupo del Instituto de Medicina Forense de la ciudad de Córdoba fue que no se hubieran hecho los estudios de rigor para determinar con mayor exactitud la hora de la muerte.

Solo se menciona en la autopsia la ausencia de signos de rigidez y lividez cadavéricas, pero no se hacen observaciones ni mediciones del espasmo cadavérico, la pérdida de transparencia de las córneas, la temperatura corporal en relación con la temperatura ambiente, y el potasio intraocular en el humor vítreo.

Luego cuestionó la conclusión del informe de que el doctor Argaña murió entre 3 y 4 horas antes de la autopsia (es decir, más o menos a la hora del atentado).

Señala que la rigidez cadavérica se presenta entre 3 y 6 horas después de la muerte. Generalmente comienza en la mandíbula y los párpados, luego pasa a la cara y al cuello, luego al tórax, los brazos, el tronco y, por último, las piernas. De ahí que sería erróneo concluir que la muerte de Argaña se produjo entre 3 y 4 horas antes de la autopsia utilizando el parámetro de la rigidez.

También se presentan dudas con el parámetro de la lividez cadavérica, fenómeno por el cual la sangre de un cadáver, al dejar de funcionar el corazón, influida por la gravedad, tiende a ir ocupando los lugares más declives del organismo.

La lividez cadavérica comienza a presentarse ya entre los 20 y 45 minutos después de la muerte, se hace más evidente después de 1 hora y 45 minutos, va apareciendo claramente en determinadas zonas después de 3 a 5 horas y ocupa todo el plano inferior del cadáver a las 10 ó 12 horas del fallecimiento.

Sin embargo, el informe de autopsia señala que no hay signos de lividez cadavérica, lo cual no es consistente con la hora de la muerte que se establece en la conclusión, de 3 a 4 horas antes del estudio.


LOS DISPAROS

El grupo cordobés también cuestiona el análisis que se hace de la forma de los orificios y las trayectorias de las balas, porque no permiten establecer la distancia de los disparos, el calibre y otros datos de suma importancia. Por ejemplo, no se describe si los orificios son circulares, oblongos o estrellados, ni se mide con exactitud el diámetro de los mismos. Critica, asimismo, que no se haya extraído el proyectil detectado por los estudios radiológicos, dado que pudo haberse obviado una evidencia clave.

Igualmente, señala que los informes de laboratorio nada dicen, por ejemplo, acerca de si había en la camisa roturas que pudieran corresponder con los orificios de entrada, ni de restos de tela en las heridas o restos orgánicos en la tela. Se mencionan "abundantes manchas de color marrón achocolatadas", pero no si fueron o no analizadas y a qué corresponden.

En base a estas y muchas otras consideraciones, el grupo del instituto forense cordobés concluye que "surgen dudas razonables con respecto a la data de la muerte, dirección de los disparos, distancia desde la que se efectuaron los mismos, que abonan una probable hipótesis de que Argaña no haya fallecido en las circunstancias y momento establecidos por los peritajes realizados".


SE FUE AL CAMPO

Habíamos quedado con el doctor José María Llano de encontrarnos ayer, sábado, para conversar sobre estas dudas, pero cuando lo llamamos a la hora pactada nos informaron que se había ido al campo.


MUCHAS PREGUNTAS SIN RESPUESTAS

- ¿Cómo se explica que el cadáver del doctor Argaña tuviera cinco impactos de bala visibles, todos de derecha a izquierda, con un conteo total de ocho proyectiles, cuando del lado derecho de la Nissan Patrol solo había tres orificios en la ventanilla?

- ¿Cómo se explica que en el asiento trasero de la Nissan Patrol, donde el doctor Argaña estuvo acostado más de veinte minutos con ocho balazos, no hubiera manchas de sangre?

- ¿Cómo se explica que la camisa blanca del doctor Argaña no estuviera empapada de sangre, cuando tenía dos balazos en el brazo y antebrazo derechos, uno en el flanco derecho, uno en la cadera y uno en la zona lumbar?

- ¿Cómo se explica que no se observe orificio alguno ni sangre en la manga derecha de la camisa del doctor Argaña cuando se lo traslada en la camilla, siendo que allí impactaron dos de los balazos?

- ¿Cómo se explica el informe de los peritos sobre la trayectoria de las balas, de izquierda a derecha y de abajo a arriba, cuando los orificios de la ventanilla están a la altura de la cabeza, por encima del brazo, la zona lumbar y las costillas, donde estaban las heridas?

- ¿Por qué durante la autopsia, practicada unas cuatro horas después del atentado, el cadáver del doctor Argaña ya presentaba signos claros de distensión abdominal, señal del inicio del proceso de putrefacción?

- ¿Por qué hay grandes coágulos y un color llamativamente oscuro en las vísceras del cadáver durante la autopsia?

- ¿Por qué la familia Argaña no busca contratar a peritos de incuestionable prestigio internacional para una evaluación independiente de las evidencias?
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