El senador colorado Nelson Darío Aguinagalde Gallinar se jactó de pertenecer a “una familia de agricultores” para explicar la posesión de una estancia modelo en Guairá. Sin embargo, los bienes que acumuló el político son siderales con relación a lo que puede llegar a tener un agricultor.
Oriundo de Guairá, y de padres agricultores, el senador Aguinagalde llegó con una mano adelante y otra detrás a Ciudad del Este y logró ubicarse como inspector de Aduana, recuerdan sus conocidos de la institución, quienes admiran su extraordinario despegue económico. Consiguió ser concejal municipal, después se alió con el clan de Zacarías Irún, alianza que le sirvió para ser gobernador del Alto Paraná antes de ocupar un lugar en el Senado.
El senador es dueño de una imponente residencia en el barrio San Isidro de Ciudad del Este, que ya le puso como blanco de denuncias de corrupción en el 2009, por las millonarias refacciones que realizaba.
Un establecimiento agrícola-ganadero de unas 160 hectáreas en Borja (Guairá) donde ya en el 2009 apareció una inversión de G. 450 millones, monto que fue creciendo por reacondicionamientos del lugar, compra de maquinarias, figuran entre los bienes del parlamentario. Aguinagalde dijo que es una propiedad familiar, adquirida de una tía.
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“Es una chacra, una granja”, minimizó. Sin embargo tiene unos 200 animales allí entre ganado de raza, caballos, ovejas, aves y otros.
Vehículos lujosos, como el Mercedes Benz de US$ 68.000 que salió a la luz apenas asumió como gobernador, y los que figuran a nombre de su esposa, la concejal municipal de Ciudad del Este Lilian Gabriela González, forman parte del alto nivel de vida del político de origen “campesino”.
En un mismo día (23/01/2013) la esposa registró a su nombre un vehículo Mercedes Benz de unos US$ 50.000 y un Kia Sportage de US$ 30.000.
Aguinagalde soporta denuncias por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, producción de documentos, y está imputado por el supuesto hecho de lesión de confianza, proceso del que se salvó gracias a sus fueros parlamentarios.
Las acusaciones corresponden a supuestos negociados en la construcción de aulas y sobrefacturación en la merienda escolar.
Le preguntamos de dónde sacó la plata y nos dijo: “la suma del tiempo que yo trabajé como funcionario público y la suma que yo trabajé como concejal municipal, gobernador”.