–¿Hace cuánto tiempo está en Paraguay?
–Vine por primera vez hace 40 años, pero vine a comprar las tierras y me establecí acá hace 38 años. Estas tierras compré en esa época (en Guahory, a poca distancia del lugar donde acampan campesinos). Esto era todo monte. Ni camino había.
–¿De quién compró?
–Estas tierras compré de un menonita, el colonizador de esta región fue David Janssen. Primeramente echando árboles y plantando manual como se planta maíz, algodón, menta, en los primeros tiempos. Hasta los años 80.
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–¿Cuántos años tenía usted cuando vino?
–Tenía 17 años. Yo soy brasileño, solamente tengo documentos de migraciones, pero nuestros hijos son todos paraguayos. No tienen documentación brasileña. Tengo tres hijos que nacieron aquí, en el puesto de salud de Lucero (jurisdicción de Raúl A. Oviedo).
–¿Cuántas hectáreas de tierra tiene?
–Primero compramos en grupo 239 hectáreas. Después yo comencé a pagar por las tierras a los otros que no quisieron quedarse. Desde el comienzo soportamos muchos problemas. No había hospital, no había escuela.
–Políticos como el senador Luis Wagner dice que estas eran tierras del estado y que ustedes compraron ilegalmente.
–Eso no es así. Las tierras ahora en conflicto eran de los Frutos (Dionisio Nicolás). Eran 2.000 hectáreas, ellos vendieron al antiguo IBR. Cuando hubo la invasión, en tiempo de Stroessner (Gral. Alfredo) en Tavapy (Alto Paraná) se llegó a un acuerdo. Se compraron las tierras de Frutos para asentar a esa gente, pero nadie vino finalmente porque era muy lejos. Cuando supo la gente de Raúl A. Oviedo, Campo 9, Mallorquín, Oleary, que acá había 2.000 hectáreas, invadieron. Había unos 20 cabecillas. Cada uno tomó 100 hectáreas. Entre ellos estaba el papá de este Brizuela (Andrés) que ahora es cabecilla del grupo. Después vinieron más campesinos y les dieron 10 hectáreas a cada uno. Pero antes, pelaron los montes.
–Fue cuando se comenzó a adjudicar a los campesinos...
–Cuando ellos entraron a las tierras ya querían vender sus derecheras porque varios de ellos tenían sus tierras en Raúl A. Oviedo. En 2 o 3 años, algunos ya vendieron sus derecheras porque en esa época se podía vender. Hasta el 2002 se podía vender, y nosotros compramos porque se podía comprar. Hoy en día lo que dice Wagner (Luis Alberto, senador), condenándonos porque supuestamente compramos ilegalmente, es mentira. El sabe, pero no le importa porque él está haciendo voto. El distorsiona todo.
–¿Cuántas hectáreas de su tierra fueron invadidas?
–Cinco hectáreas. Yo compré esa parcela de un Cabrera, un muchacho que vino y agarró cinco hectáreas y media. Tenía una hoja donde decía que era del IBR, que tenía que presentar para hacer su título. Con eso, como 10 veces vino. Yo no quería comprar, me dijo que va a buscar otro comprador, y allí le compré. Igual iba a vender a otro. Hace 21 años que compré, tengo el título. Mi exesposa también tiene sus tierras allí, no eran tierras de IBR. Mi hijo también. Esas tierras están invadidas y no tienen tierras para trabajar. Se fueron a Ciudad del Este buscando forma como vivir.
–Y no fue el único caso de venta
–Uno a uno fueron vendiendo. Se quedó un 10% de los antiguos adjudicados. De las casas antiguas que dice Wagner que echaron no hay nada. Es mentira. Los pobladores antiguos están acá hace 28 años están sus casas, viven en sus tierras. Las casas que se echaron son de personas que entraron a las tierras hace 2 años y 2 meses. El 8 de agosto entraron y ahí se levantaron esas casas.
–¿Cuántas familias hubo inicialmente?
–Unas 200 familias más o menos, en 2.000 hectáreas. Cuando se asentaron comenzaron a echar monte, vender carbón y plantar algodón. En los 90 comenzaron a vender, y a fines de los años 90 ya vendieron en masa. Ahí ya se quedaron los que están hoy.
–¿Cuándo se inició el conflicto?
–En el 2014. Todo esto es incentivado por los políticos y la Iglesia, que mandan a hacer para amedrentarnos, para meternos miedo, para que nosotros salgamos de aquí.
–¿Y se va a ir de aquí?
–Nosotros no tenemos donde ir. Esto es lo que yo tengo, mi propiedad. Yo en Brasil no tengo ni una aguja. Cuando salí de Brasil era soltero, no tenía bienes, nada. Comenzamos a trabajar aquí. Mi papá que se dedica a la agricultura en Brasil me ayudó para mi primera cosecha. Así comencé, limpiando cada año un poco más de monte. Después de cuatro a cinco años de abrir el monte comencé a mecanizar. Iba al BNF con el título de propiedad para hipotecar. Ahí compré un tractor, otro tractor, cosechadora, pero todo eso logré en 38 años.
Ahora tenemos lindo auto como dice Wagner, pero cuantas veces yo me fui hasta Campo 9 (unos 100 km. de tierra) encima de moto, con mi esposa, con mis dos hijos ya nacidos. Los verdaderos campesinos hacen ahora. Ellos son humildes, pero aquellos que salen en los diarios y están allá en Asunción esos son gente que tienen sus propiedades aquí, entre 10 y 30 Ha. A estos se suman los que los políticos traen no se de dónde, les paga cada día para estar allí. Es todo un juego.
nespinola@abc.com.py