Según colorados que compiten en las internas partidarias, en total trasladarían a 1.200 de sus afiliados desde Chaco’i a la Capital con el consentimiento de las autoridades de aquella zona y de la seccional colorada N° 40, cuyo titular Daniel Ortiz trabaja juntamente con otros colegas suyos por la candidatura de Hugo “Musculín” Ramírez para diputado por Asunción, recibiendo a cambio retribuciones de la Junta Municipal de la Capital para sus operadores.
En el apoyo logístico de este operativo se encuentra Juan Carlos Ozorio, cuestionado presidente de la Cooperativa San Cristóbal, quien además de apoyar a “Musculín” también apuntala la candidatura del imputado Víctor Bogado para el rekutu en el Senado y de la exesposa de este, Guadalupe Aveiro, candidata suplente a diputada de la lista de “Musculín”. Ozorio es el candidato número dos del grupo.
Osorio siempre intentó una banca en el Congreso, pero hasta el momento no pudo conseguirlo, ni siquiera con el abierto apoyo de la cooperativa que preside, que por supuesto carecía del aval de los socios, teniendo en cuenta la prohibición legal de contaminar el cooperativismo con la política.
La forma en que apoya a “Musculín”, a Víctor Bogado, a la exesposa de este y a Arnaldo Samaniego, es empleando a operadores de los mismos en la cooperativa, donde reciben remuneraciones en forma de dietas y créditos muy ventajosos.
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Las dietas están previstas en el sistema cooperativo para los dirigentes que dedican parte importante del tiempo a las actividades de la organización, pero con la condición de que además de trabajar por la cooperativa, tengan una postura política neutra, lo cual no se da en este caso, según algunos asociados disconformes con la conducción de Ozorio.
Fuentes vinculadas con la Cooperativa San Cristóbal señalaron que el club Nanawa del barrio Herrera fue alquilado para la realización de actividades cooperativas, pero en realidad en el lugar se llevan a cabo indistintamente eventos cooperativos como también proselitistas de la Lista 2 de los adherentes de Honor Colorado, como la cena partidaria realizada el lunes pasado con la presencia de todos los precandidatos encabezados por “Musculín”.
No es un pecado nuevo
Denuncias de aquel tipo contra Ozorio realmente no son nuevas, sino repetitivas desde que en 2011 decidiera convertir su movimiento cooperativo “Tenonderã” en movimiento político partidario con el mismo nombre para disputar, a través de dirigentes afines, colaboradores suyos en San Cristóbal, la presidencia de cuatro seccionales coloradas capitalinas.
En otros años, Ozorio quería acceder solamente al “modesto” cargo de concejal municipal de Asunción, pero fracasó en las elecciones de 2010, aunque lejos de retroceder, formó el ya citado bloque de candidatos para tratar de copar las seccionales del barrio San Cristóbal, donde la cooperativa tiene su sede central, y de zonas aledañas. El grupo de Ozorio anunció en febrero de 2011 que iba a presentar postulantes a la titularidad de las seccionales 4 (Gustavo Penayo), 38 (Mariano Cáceres), 39 (Wilfrido Candia) y 40 (Nery Marchuk), todos ellos dirigentes al mismo tiempo de la cooperativa. Tuvo éxito en dos de las seccionales: la 38 y la 39.
Documentos a cuyas copias nuestro diario tuvo acceso en aquel año 2011 y versiones dadas por sus rivales políticos de entonces ya apuntaban a traslados masivos de colorados de otras jurisdicciones hacia las seccionales 4, 38, 39 y 40, con direcciones dudosas.
Aquella vez, algunos candidatos pidieron que se anulen cientos de ellos. Una de las peticiones se hizo el 31 de enero de 2011 y la copia de la solicitud fue publicada en nuestro diario. Ante consultas reiteradas, los seccionaleros de Chaco’i no quisieron hablar.
Si la Fiscalía Electoral llegaba a investigar este caso sabría que la mayoría de esos traslados corresponden a socios de la cooperativa.