Los análisis de una serie de elementos relacionados a los detalles de la operación en Curuguaty y que derivaron en un feroz enfrentamiento entre las fuerzas policiales y los campesinos conducen a inferir que se conjugaron factores determinantes para el fracaso del procedimiento.
Aparentemente, los servicios de inteligencia de la Policía no efectuaron un detenido relevo de información sobre la cantidad y el tipo de armamento, además de las municiones, que conformaban el arsenal de los campesinos. Y si accedieron a los datos, estos no fueron muy precisos o simplemente los encargados de procesar los distintos reportes los subestimaron.
Los momentos previos al tiroteo, que pueden apreciarse en un video, revelan los detalles de una improvisada planificación, que hicieron los principales jefes policiales responsables del procedimiento, junto a los representantes del Ministerio Público.
Al mismo jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), subcomisario Erven Lovera, se lo pudo sentir convencido de que del otro lado no habría tanta resistencia, y que la operación no pasaría de algunos minutos para que la situación quedara bajo el absoluto control de los agentes.
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Sin embargo, no se dimensionó la envergadura de los preparativos de los campesinos y el nivel de decisión de estos para oponerse y abrir fuego hacia los efectivos.
La versión policial se funda en una emboscada de la que fueron víctimas los agentes. De ser cierta esta apreciación, podría hablarse de una eventual negligencia operacional de la Policía, ya que en la estrategia de incursión esta posibilidad no fue analizada, o si se la tuvo en cuenta, no se actuó en consecuencia para garantizar la seguridad de los mismos agentes que tenían a su cargo la delicada misión.
El sobrevuelo en la zona antes del enfrentamiento no significó gran aporte para analizar el escenario al cual se enfrentarían los efectivos. Esto, contado por los mismos agentes.
En opinión de varios agentes de mando medio, solo una profunda investigación podrá dilucidar el alcance de los preparativos para el procedimiento y el grado de responsabilidad de quienes estuvieron al frente de todo.
Presunción oficial
El Gobierno de Fernando Lugo insiste en la teoría de que entre los carperos de Curuguaty hubo infiltrados, que responden a un plan cuyo objetivo es desestabilizar. Para algunos analistas policiales, los campesinos recibieron adiestramiento de tipo militar. Aseguran que existen testimonios que confirman la presencia de extranjeros en el lugar semanas antes del feroz enfrentamiento.