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El descuento de más de G. 300.000 realizado por la Dirección administrativa de la Cámara de Diputados solo corresponde al mes de setiembre donde Perlita trabajó apenas 56 horas de las 60 mensuales. Sin embargo, en los meses de junio, julio y agosto trabajó menos horas y en los mismos no le fueron aplicados los descuentos. Mientras, está pendiente de resolución una investigación preliminar para determinar si la sumarian o no.
Perlita trabaja solo dos veces por semana en Diputados y por ello recibe un ingreso mensual de G. 10.300.000. Sin embargo, pese a la “facilidad laboral” no cumplía a cabalidad.
Según datos recogidos por medios radiales a través de la Ley de Acceso a la Información Pública, en el legajo de la privilegiada funcionaria consta que en los últimos seis meses del año pasado, Acosta ni siquiera llegaba a alcanzar las 60 horas mensuales. Por ejemplo, en el mes de junio “trabajó” 34 horas, en julio 45, en agosto 38, en setiembre 56, en octubre 42 y en noviembre 58.
Perlita arrastra una serie de irregularidades en su legajo como funcionaria pública, sin embargo la misma se mantiene gracias a la fuerte influencia política de la madre (Perla Acosta), quien forma parte del primer anillo del cartismo.
La hija de la diputada se hizo conocida luego de que las instituciones en el 2013 dieran a conocer las planillas de sus funcionarios. Se desveló que la misma percibía cinco salarios. Cobraba en: el Instituto de Previsión Social (IPS), Itaipú, Diputados, Poder Judicial y en el Hospital de Lambaré.
Lograba así obtener un ingreso mensual global de G. 33.096.136.
Perlita fue imputada por cobrar cinco salarios públicos. La justicia ordenó que pague G. 48 millones en reparación del daño social a cuatro hogares.
Tres años después volvió a ser noticia, pues fue descubierta abandonando a sus pacientes del IPS para ir a la peluquería. Por ello, fue destituida de la previsional.