Dirigente campesino habla de abandono del Estado

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Campesinos del asentamiento Ko’ê Pyahu, vecinos de los colonos menonitas de Río Verde en el departamento de San Pedro, piden por la liberación de Franz Wiebe, quien sigue secuestrado en poder del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Pese a que la familia Wiebe ya cumplió con las exigencias impuestas por la banda armada para la liberación de Franz, sigue la agonía.

Diosnel Benítez, dirigente del asentamiento campesino Ko’ê Pyahu, colindante con la colonia menonita, aseguró que la familia del joven secuestrado es humilde y sacrificada y pidió por la liberación del cautivo, “pedimos que liberan a Franz Wiebe, es pobre al igual que nosotros, los campesino, esa familia es muy pobre, hay menonitas que tienen dinero, pero la familia de Franz es muy humilde y por ser pobre trabajaba como jornalero, pedimos la liberación y si liberan a Franz nos ayudará a los pobres porque seguiremos trabajando y producción con apoyo de los colonos menonitas”, dijo.

El dirigente campesino asegura que están siendo muy perjudicados con el caso de secuestro, ya que, según explicó, el Estado mantiene abandonada a sus suerte a los pobladores y los menonitas son los que dan fuentes de trabajos, además de brindar ayuda a los campesinos para producir soja y maíz en forma mecanizada y de esa forma puedan generar recursos trabajando, afirmó.

Benítez explicó que los menonitas otorgan posibilidades para trabajar y ganar dinero, “Estamos aislados y del gobierno casi no recibimos nada, los menonitas son nuestro patrones, desde hace tres años trabajamos con ellos, nos envían sus maquinarias, mecanizamos las tierras, cultivamos soja y maíz, ellos nos preparan el suelo, siembran, nos ofrecen mercado seguro y hasta nos dan créditos”, señaló.

Pero desde el caso del secuestro de Franz, que se dio justo en la zona, existe mucho miedo y los trabajos se reducen, manifestó, “Solo vienen a trabajar desde las 8:00 hasta las 17:00, en nuestro asentamiento, antes trabajan de noche y todo, pero ahora hay mucho miedo de circular de noche”, dijo.

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El asentamiento fue poblado hace 22 años, actualmente cuenta con 70 familias distribuidas en 1.047 hectáreas, está ubicado a 90 km del centro de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro. “Si alguien se enferma debemos pagar G. 200.000 para el traslado al hospital, no tenemos caminos en buen estado y en el asentamiento ni para primeros auxilios tenemos. El gobierno convierte la zona en área roja debido al abandono”, dijo Benítez.

El dirigente campesino criticó duramente el abandono del Estado al sector campesinado; “El gobierno dice que ayuda a mucha gente, pero acá ningún proyecto sale para nosotros, solicitamos casa y no tenemos resultados, somos pobres y queremos salir adelante, pero nos abandona el Estado”.