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La convención del 29 de octubre del Partido Colorado, las posturas contra el proyecto de reelección del presidente Horacio Cartes y las amenazas de sanciones a legisladores que no acompañen la enmienda de la Constitución motivaron ayer un caldeado debate en la sesión ordinaria del Senado.
El legislador colorado disidente Calé Galaverna lamentó que desde el oficialismo del Partido Colorado se pretenda instalar un mandato imperativo, con relación a cómo deben votar los legisladores el proyecto de reelección presidencial que está impulsando el cartismo en Diputados.
“Cualquier resolución de sanción violará la Constitución y el propio estatuto del Partido Colorado. Ni se puede plantear el dilema, porque la Constitución lo dice expresamente: los congresistas no somos sujetos de mandato imperativo de nadie. El estatuto partidario tampoco establece ese mandato”, manifestó.
Por su parte, el senador disidente Silvio Ovelar dijo que la Carta Magna “está por encima” de los estatutos partidarios. Aseveró que no existe el mandato imperativo para los legisladores, según la Carta Magna y caso contrario implicaría la pérdida de investidura.
Ovelar afirmó que las amenazas de expulsión a disidentes como al senador Juan Carlos Galaverna remontan a la Rusia estalinista. “Estamos en Paraguay, quieren aparecer algunos potenciales dictadores, el Partido Colorado es una asociación de hombres libres y debe respetar lo que dice la Constitución Nacional. Ya me he pronunciado y le diremos no, como los 23 senadores, no a la enmienda”, cuestionó.
En tanto, el senador disidente Enrique Bacchetta lamentó la incoherencia del asesor político Darío Filártiga por su dictamen en el 2006 que concluía que la Constitución “ha cerrado la vía de la enmienda para la introducción de la reelección presidencial”. “Es grave para el partido, todo el cartismo defendió que la enmienda no es la vía y hoy están queriendo imponer a los legisladores de llevar adelante la enmienda y si no lo hacemos no van a destituir”, dijo.