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Mientras el nuevo gobierno promete luchar contra la corrupción, aparecen nombramientos de funcionarios de cuestionado pasado. El de Luis Fretes Escario es uno de ellos.
Fretes Escario fue confirmado como director administrativo en Yacyretá de la mano del expresidente Nicanor Duarte Frutos, quien asumió como director del lado paraguayo de la hidroeléctrica binacional.
Esta será la quinta vez que Fretes Escario ingresará como funcionario de la EBY. En las ocasiones anteriores tuvo varias denuncias por supuestas irregularidades. Fue denunciado por falsificación y usurpación de mérito profesional. Fue también investigado por supuestas vinculaciones con firmas proveedoras de EBY y hasta por los cobros de un asesor fantasma.
De acuerdo con documentos a los que tuvo acceso ABC Color, Fretes Escario ingresó a la EBY ya en 1978, durante la dictadura stronista. Decidió acogerse al retiro voluntario en 1992, percibiendo entonces 63.572.422 guaraníes, dinero nada despreciable para la época.
En 1998 regresó y fue nombrado como encargado del área informática del lado paraguayo. Desde ahí escaló lugares hasta que en 1999 fue designado como parte del personal superior. En el año 2000 fue destituido mientras era investigado por supuesta defraudación cometida contra la entidad.
Según los documentos a los que accedió nuestro diario, Fretes Escario fue destituido debido a una serie de anomalías. Primero, el entonces alto funcionario de la binacional tenía vínculos con una empresa informática que había sido contratada como proveedora cuando Fretes se desempeñaba como encargado de la oficina computacional de la EBY.
El sumario al que fue sometido demostró además que Fretes Escario figuraba como licenciado en los documentos de la binacional, pero en realidad tenía título de programador de computadoras.
Asimismo, el sumario concluyó que estuvo involucrado en la contratación de un asesor fantasma que percibió G. 77 millones como remuneración y viáticos por G. 8 millones.
El sumario, finalmente, determinó sugerir la rescisión unilateral de la relación laboral con el programador Luis Albino Fretes Escario, y solicitar que se remitan los antecedentes a la Fiscalía General del Estado, a los efectos de tomar conocimiento de los hechos punibles investigados y que fueron corroborados, de tal manera a que se impulsen las acciones penales correspondientes.
A pesar de todos esos antecedentes, Fretes Escario consiguió regresar a la binacional tres años después. Durante los últimos meses del gobierno de Luis González Macchi fue nombrado como director paraguayo de Yacyretá. Según publicó el diario ABC Color el 16 de enero de 2003, su principal mérito era su “nicanorismo”.
En aquellos días, Nicanor Duarte Frutos era candidato a la Presidencia de la República del Partido Colorado. Cuando llegó al poder, meses más tarde, decidió mantener en el cargo a su hombre de confianza. Fretes permaneció en dicho cargo hasta 2004, cuando dejó de asistir por problema de salud. Eso sí, siguió percibiendo su sueldo durante al menos tres años más.
Con Duarte Frutos como presidente y Fretes Escario al frente de la EBY, la Contraloría General de la República no pudo ingresar al organismo para analizar la institución. En aquella época, ambos prometían “auditorías a profundidad”.
En 2005 se le abrió un proceso penal por supuesta lesión de confianza. Fretes Escario fue señalado como responsable del pago de sobresueldos a sí mismo y a los consejeros. Entre los señalados por ese mismo proceso figuraban otros conocidos, como José Alberto Alderete, hoy nuevo director de Itaipú; Juan Eudes Afara, exvicepresidente de la República y actual senador; y Ángel Recalde, quien recientemente dejó el cargo de director paraguayo de la EBY.
En 2007, según publicaciones de nuestro diario, Fretes Escario seguía figurando en la planilla de pagos, al igual que Alderete, Afara y hasta el entonces procurador general de la República, Nelson Mora. Nunca se reveló si devolvieron los montos que habían percibido de forma irregular.
Fretes Escario vuelve ahora a la entidad de la que fue sacado ya varias veces y donde lo señalaron por diversas irregularidades. Nuevamente llega por intermedio de Nicanor Duarte, político al que es leal desde hace casi dos décadas.