“Ese atraco, esas ganas descontroladas de continuar en el poder a cualquier precio, afectaron a un compañero de banca (Édgar Acosta), quien recibió a quemarropa impactos de balines de goma en el rostro. Ese terrorismo de Estado fue humillante, y aún nos sentimos impotentes porque no vemos una sola señal de querer cambiar esa realidad”, manifestó el diputado liberal.
El representante del departamento de Central espera que la República recupere la paz que se necesita para vencer la multiplicación de pobres y combatir la corrupción imperante.
