Amarilla afirmó que la ciudadanía exige a gritos que Ibáñez deje la Cámara Baja y pidió a su colega que renuncie.
“Podemos discutir la parte jurídica, pero el que roba es un ladrón y da lo mismo robar una gallina que un banco. Acá se pide una sanción moral”, insistió la legisladora.
Para la parlamentaria opositora se comprobó que hubo tráfico de influencias de parte de Ibáñez para contratar a sus caseros en Diputados. Indicó que si no fuera un parlamentario no podía meter a nadie como empleado del Congreso.
Finalmente, Amarilla enfatizó que “el pueblo ya se expidió” en el sentido de exigir a los diputados que saquen a Ibáñez de la Cámara de Diputados.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy