–¿Su presencia en Paraguay?
–Vine para un encuentro de políticos católicos del Cono Sur con obispos y sacerdotes del continente, una iniciativa del papa Francisco. El Papa hace un llamado para saber qué pueden aportar los políticos católicos desde sus bancas para coordinar el trabajo de promover nuestras comunidades.
–¿Es la primera vez que convocan a un encuentro de este tipo?
–Sí, es un paso que la Iglesia está dando en el camino correcto. Al Papa le preocupa mucho lo que está pasando en América Latina donde campean la pobreza en la población y la corrupción en la política. La comunidad católica en esta región representa 50% de los católicos del mundo. Cada vez nuestros católicos necesitan más de políticos comprometidos.
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–¿De qué partido?
–Del Partido Trabalhista Brasileiro. Soy concejal de São Paulo desde hace 23 años.
–¿Quién lidera el PTB?
–Antonio Campos Machado, diputado de São Paulo. El PTB es un partido de 80 años de existencia. Es el partido que creó toda la legislación laboral de Brasil, el carnet de empleo, los derechos laborales nacieron a iniciativa de mi partido...
–¿Su profesión?
–Médico. Mis actividades están ligadas a la Iglesia. Trabajo con bio- ética, ética de la vida. Tratamos mucho los temas tan controversiales como el aborto, la eutanasia, la fertilización in vitro, orientación de familias. La necesidad de personas con responsabilidades políticas aumentan cada vez más, y la Iglesia Católica ve en nosotros un eslabón importante para encaminar la promoción de los más pobres y marginados desde la fe.
–Qué es lo que más le llamó la atención de este primer debate entre políticos católicos...
–El diálogo abierto y franco, la oportunidad que tuvimos de intercambiar con mucha sinceridad, con mucha proximidad con personas tan importantes como nuestros obispos y religiosos del continente...
–¿Qué quiere la Iglesia de los políticos?
–La Iglesia quiere políticos católicos que puedan representar la fe, la historia de la Iglesia. Queda claro que no existe un interés del Papa o de las autoridades eclesiásticas de mandar religiosos para meterse en política como hacen otras Iglesias. Eso quedó muy claro...
–Bolsonaro usó mucho a la Iglesia en Brasil...
–Sí. Otras Iglesias evangélicas, sus pastores, sus jefes se presentan y disputan las elecciones. Se distorsiona mucho la relación del trabajo político con la propia fe. Nosotros no. La Iglesia está dando una línea de pensamiento. Nos expone un camino a seguir, el camino que tenemos que seguir con más seguridad. En mi actividad política yo no uso la religión. Uso mi formación. Nunca se me ocurrió usarlo. Conste que mi nombre es Paulo Jesús Frange, pero me conocen sencillamente por Paulo Frange. Nunca mezclé una cosa con otra. No busqué conquistar adeptos mediante el engaño, pero sí por la convicción. Trato de transmitir mi experiencia en el cuidado de la salud. Acompaño bastante a la Pastoral de la Salud en São Paulo para acercarnos a las comunidades más pobres...
–La preocupación del Papa por la corrupción política, ¿cómo lo ve? ¿Es una epidemia?
–Desde el punto de vista médico, para mí la corrupción es el cáncer de la política. El tratamiento es muy difícil, con resultados bastante dudosos encima. Es muy doloroso. La Iglesia nos hace un urgente llamado para no caer en la tentación. Nos llama a un adoctrinamiento para tener un sentido de orientación y entrenamiento para no caer en la tentación.
–¿Qué pasa con los políticos al subirse al pedestal del poder?
–Los políticos estamos en contacto permanente con las tentaciones. Hay muchas empresas, personas que buscan tener bajo su dominio a los políticos. Si uno no está bien preparado, formado, en nuestro caso con mucha fe, si no tuviésemos esos conceptos fuertes y consolidados, se cae fácilmente. Eso es lo que vemos. Eso es lo que está pasando en Brasil, en Paraguay y en América Latina. De ahí que vemos a la Iglesia que está pensando muy en serio en ayudar a los políticos a encarar con más fortaleza su misión modernizando esa relación con la sociedad política. La cuestión no es estar presentes físicamente sino plantar semillas que den frutos.
–A veces parece que los políticos católicos tienen hasta un poco de vergüenza de decir que son católicos. Debe ser la repercusión de los escándalos.
–Sí. Es cierto. Hay mucha gente a la que no le gusta expresar su fe. A nosotros nos gusta confesar nuestra fe porque tenemos una formación religiosa.
–Se multiplicaron los anticlericales. Atropellan iglesias. Los abortistas se desnudan, prenden fuego...
–Son cosas que nunca vimos antes. Yo pienso que la Iglesia se está despertando para enfrentar estos nuevos desafíos. Son nuevos tiempos, nuevas épocas. Son tiempos modernos. El avance de la tecnología del internet ha facilitado mucho esa relación. La misma Iglesia puede atender a sus fieles con más comodidad, de llegar a las comunidades y marcar mejor su posición. Es más fácil llegar, distribuir mejor la información.
Es muy importante socializar el conocimiento. El saber es universal. Tiene que ser distribuido para que todos tengan la información correcta para no quedar en manos de grupos que quieren manipular a favor de sus intereses .
–Qué piensa de Bolsonaro, sus actitudes, su conducta, cómo lo ve. –No existe todavía margen para hacer una evaluación. Tenemos una preocupación por su comportamiento. Es intempestivo, muchas veces impensado. Tiene actitudes tomadas en momentos del calor de la discusión. Creo que el presidente Bolsonaro necesita usar menos las redes sociales, pensar un poco más antes de hacer sus posteos y dialogar un poco más. Él necesita estar más cerca de la sociedad. Él dejó de ser parlamentario. Es Presidente. Ahora él está descubriendo que el país es mucho más grande de lo que imaginó y que los problemas son mucho mayores de lo que imaginaba. Pero estamos alentándolo. Hoy es nuestro Presidente. Yo no le voté pero hoy es mi Presidente. Tenemos que apoyarlo para que mejore Brasil. No hay otra. Mi partido está ayudando pero sin participar en cargos ni en nada. De todos modos estamos contribuyendo, colaborando con el Gobierno, como debe ser.
–¿Le parece correcto ese estilo de hacer política que llevó a Bolsonaro al poder? Irreverente, explotando el hecho de que la gente está cansada de los políticos. Le llaman populismo. Algunos siguen el estilo. En Paraguay hay uno que encabeza la corriente: Paraguayo Cubas...
–La población tomó una actitud emocional por las decepciones. Cuando estamos enfermos buscamos un médico con mucha experiencia que sepa curar y hacer el bien. Cuando volamos en avión buscamos siempre una empresa segura que tenga buenos pilotos. A la hora de elegir al Presidente de la Nación, al que tenga que dirigir los destinos del país en un momento de emergencia, muchas veces nos dejamos llevar por las emociones y no pensamos y nos olvidamos de las personas experimentadas en la gestión. Es un error. Yo creo que hay que pensar bien a la hora de votar. No da para experimentar alguien nuevo que no se sabe de sus capacidades para gobernar. Con la emoción no se puede gobernar. Con los populistas está el riesgo de terminar con una enfermedad mucho más grave...
–Los políticos extremos que buscan capitalizar el descreimiento hacia los políticos, en general outsiders, están entrando con mucha fuerza. Chaves lo fue en su momento.
–Es normal que la población esté buscando siempre un nuevo dirigente que traiga algo nuevo que busque cambiar el estado de cosas. Pero el riesgo siempre es muy grande. No se puede prescindir de los políticos. Si fallan, que actúe la justicia sobre ellos, pero experimentar algo desconocido, un populista, es un cóctel muy peligroso que tenemos que tratar de evitar.
–Cuál es el camino.
–Un día, América Latina va a caminar hacia el parlamentarismo. Hoy está enfocado en la figura de un único Presidente. En el futuro vamos a llegar a ser como el continente europeo, más estable, con el parlamentarismo más presente.
–¿Cuándo?
–Eso va a pasar de aquí a 20 o 30 años. El parlamentarismo le va a dar más estabilidad a la región, sin duda.
(holazar@abc.com.py)
