Empapados por la fe

CAACUPÉ (Pedro Gómez Silgueira y David Quiroga). “Le prometí a la Virgen que si no muero iba a llegar junto a ella a pata”, exclama con voz firme y fuerte doña Guillermina Miranda (83), una paraguaya residente en Clorinda desde los 17 años.

Esta iteña de origen lleva viviendo más de 60 años en la Argentina donde formó familia. “Mis hijos son todos argentinos, así que yo vengo sola. Por fortuna, encontré en el camino a este joven (Lorenzo López, de San Lorenzo) que me está ayudando”.

La mujer tuvo un accidente de moto con su nieto el 31 de diciembre del año pasado y prometió a la Virgen que, a como dé lugar, iba a llegar a pie hasta la Basílica desde Kurusu Peregrino: “Si el tiempo daba iba a empezar en Ypacaraí”.

Como ella, son muchos los peregrinos que no se amilanaron ayer con la intensa lluvia y decidieron hacer la caravana anual.

“Tuve un accidente hace ocho meses y mi promesa es que si me curaba tenía que venir el 6 junto a la Virgen... Y no hay lluvia que me pueda atajar”, comenta emocionada Miriam, una joven de Emboscada, quien caminaba desde Ypacaraí en compañía de Juan Mora.

Otros salieron de su casa bien temprano, cuando aún estaba nublado, pero luego se vino la lluvia. Celia Espínola, acompañada de sus hijos de Jonás (6) y Gastón (12) y su hermana Limpia, retomaron la peregrinación tras una pausa: “Cuando falleció mi mamá hace cuatro años dejamos de venir y ahora estamos retomando”. El motivo es que su hijo más pequeño este año salió primer alumno en la escuela.

Eduvigilda Ovelar (68) viene desde Arrua’i, compañía de Itá, junto con sus hijos y nietos siguiendo una tradición familiar que comenzó con sus padres y doce hermanos desde los 15 años. Uno de sus nietos, quien la acompañaba hizo la promesa a la Virgen por haberse curado del asma.

Los peregrinos, empapados por la fe mariana, coincidieron en que ni el tiempo, ni la lluvia y, mucho menos el cansancio, los ataja para cumplir las promesas.

Recomendaciones

Debido a que el pronóstico del tiempo prevé más precipitaciones para hoy y mañana se recomienda no exponer a los niños pequeños a las condiciones climáticas adversas.

También es preciso munirse de paraguas y pilotos para evitar mojarse y contraer resfríos posteriores. Además, se pueden llevar toallas y una muda de ropa para cambiarse tras llegar a la Basílica.