En 2016, ABC Color reveló que la ministra del TSJE había cobrado viáticos por charlas sobre “honestidad” que en realidad nunca dictó. Todavía no se habían calmado las aguas cuando se reveló que las empleadas domésticas de su residencia en Encarnación percibían sueldos como funcionarias de la institución en la que ella es una de las máximas autoridades.
La ministra de la “honestidad” del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), María Elena Wapenka, tiene dos empleadas domésticas que viven en su propia casa y cobran como funcionarias del TSJE. Ambas desempeñan tareas en el Juzgado Electoral sede Encarnación.
Oriunda de esa ciudad, “Malena”, como se conoce a la ministra, posee su residencia en la calle Juan León Mallorquín entre Padre Kreusser y Curupayty, a media cuadra de la Municipalidad. Allí viven y realizan tareas domésticas Ursulina Vera, Hilda Bordón y la sobrina de esta, quien se desempeña como niñera.
Según consta en los registros del TSJE, Ursulina Vera ya forma parte de la nómina de funcionarios permanentes de la institución.
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En febrero pasado percibió una remuneración de G. 4.500.000.
Al ser consultada Bordón (una de las empleadas), quien intentó eludir la pregunta, dijo que se desempeña como secretaria del Juzgado de 7:00 a 13:00 y posteriormente “trabajo en la casa de la doctora (Wapenka) y vivo allí”, comentó.
En tanto Vera (la otra empleada) informó que su horario laboral es de 12:00 a 18:00 y realiza la limpieza del lugar desde las 13:00, cuando los funcionarios ya se retiran. Por la mañana asea la residencia de la ministra electoral.
Esta última sigue percibiendo un sueldo público.