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Franz Hiebert, nacido en México y que vive en la colonia Santa Clara del distrito de Tacuatí, fue secuestrado el 21 de agosto de 2017, a menos de cuatro kilómetros en línea recta de su casa, cuando regresaba hacia ella en un tractor.
Bernhard Blatz, nacido en Paraguay, residente en la colonia Río Verde del municipio de Santa Rosa del Aguaray, fue raptado el 1 de septiembre del año pasado, a 25 kilómetros en línea recta de su domicilio, al ser interceptado a balazos cuando conducía una camioneta y su padre una maquinaria.
Según dijeron los colonos, nunca estuvieron juntos en cautiverio, excepto desde el sábado último, cuando el EPP los reunió en un lugar.
Franz tuvo que caminar 28 kilómetros y Bernhard 35, hasta el sitio donde los dejaron libres ayer de madrugada, cerca de un pozo de agua que sirve de bebedero de los animales, en el predio de la estancia “Luisa” de Yby Yaú, a cinco kilómetros de la Ruta 3, a la altura del kilómetro 395.
Fue a solo 600 metros del sitio donde el 28 de enero de 2015 fueron secuestrados también por el EPP los alemanes Robert Natto (60) y su esposa Érika Reiser (53), dueños de la citada hacienda, quienes esa misma noche terminaron asesinados, abrazados entre sí.
Tractoristas
Los miembros del EPP ordenaron a los citados dos agricultores menonitas que esperaran a que amaneciera para pedir ayuda, la cual llegó a las 6:30, cuando vieron en un camino interno a dos peones que se dirigían en un tractor hacia un retiro cercano.
Los menonitas caminaron exactamente 1.850 metros desde el punto de su liberación hasta que hallaron la ayuda. Tras identificarse como víctimas del EPP, los dos fueron conducidos al casco central del establecimiento, donde el capataz llamó a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y los liberados se comunicaron con sus familias.
Franz y Bernhard fueron llevados a la casa de este último y después a un sanatorio privado de Santa Rosa del Aguaray para ser inspeccionados.
Desde ese lugar Bernhard Blatz regresó a su casa y Franz Hiebert fue alzado en una avioneta en la que lo trasladaron a un sanatorio privado de Asunción, ya que se sentía muy mal. Con el transcurso de las horas fue recuperando fuerzas.
Franz bajó de peso 10 kilos en los 168 días que duró su plagio y Bernhard bajó 12 kilos en los 157 días que se prolongó su suplicio.