La Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac), en el 2014 benefició a la firma Avalon SA con una millonaria adjudicación para la provisión de equipos aeroportuarios para la pista de aterrizaje de Encarnación. El monto total fue de G. 5.398 millones.
La oferta presentada por la mencionada firma –que tiene como representante legal a Natalia Arrúa Colmán, pero cuyo presidente sería Omar Jaen Bohorques– fue la más cara en aquel entonces.
Para sacar del camino a otras oferentes, la institución recurrió a la misma exigencia que invoca en estos momentos para adjudicar una licitación similar, para proveer equipos al aeropuerto Guaraní de Minga Guazú, Alto Paraná, por un monto de G. 7.497 millones.
En el llamado, se establece como condición que la empresa oferente tenga un contrato firmado con una empresa especializada en la calibración de ayudas visuales para la navegación aérea.
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Sugestivamente, la única firma que puede reunir ese requisito es Avalon SA.
Esta empresa, en el 2013, un año antes de la provisión de equipos aeroportuarios para Encarnación, había sido adjudicada por la Dinac para realizar inspección de los equipos de navegación por un monto total de G. 1.319 millones.
Para el 2014 ya se alzó con otro millonario contrato, esta vez para la instalación de los equipos que después, gracias a su adjudicación anterior, se encargará de calibrar. Existen fuertes versiones de que el sistema de iluminación instalado, no reúne los requisitos exigidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
El mismo modus operandi se está llevando adelante para beneficiarlo ahora con el trabajo de equipamiento del aeropuerto Guaraní.
El representante de una empresa internacional que prefirió el anonimato manifestó a nuestro diario que es insólito que se exija que la empresa adjudicada tenga un contrato con otra firma para calibrar los equipos, pues esta es una tarea inherente al servicio.