La Industria Aeronáutica de Corea (KAI, por sus siglas en inglés) ofrece montar los aviones en el país, para lo cual tendrá que traer los componentes (fuselajes, alas, alerones, tren de aterrizaje, etc.), equipos para el ensamblado y traslado de técnicos paraguayos al país asiático para una capacitación previa, según un oficial consultado en la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP).
El motor de los aviones KT-1 es el PT 6-25, que se importa de Canadá, y son los mismos propulsores usados por los Tucano brasileños, conforme a la fuente.
El ensamblaje de las aeronaves militares también significará el empleo de partes producidos en el país. Pero lo más importante es el conocimiento y la experiencia que recibirán los técnicos paraguayos, que, además, con los equipos del ensamblado que quedarán en el país, se podrá dar inicio a la futura industria aeronáutica nacional, asegura el militar consultado.
La propuesta coreana, que fue la elegida de entre varias por una comisión interinstitucional que estudió las ofertas, incluye la provisión de un simulador de vuelo para la FAP más unos 400 ítems en repuestos de los KT-1, según nuestra fuente.
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El ofrecimiento coreano es similar al implementado en el Perú hace cinco años y que consistió en lo que denominan coproducción de los aviones de entrenamiento y ataque ligero KT-1. Esta experiencia sirvió al Perú para iniciar su industria aeronáutica, aseguró el oficial de la FAP.
Las Fuerzas Armadas recibieron varias propuestas de venta de aviones, entre ellos la del Brasil que ofreció sus aviones Súper Tucano (A-29). Pero la comisión interinstitucional, conformada por militares de diferentes armas en el Ministerio de Defensa, optó por el ofrecimiento de Corea del Sur.
La cúpula militar hace tiempo que está con la idea de equipar las diversas unidades castrenses y para ello elaboró un proyecto de inversión de unos 600 millones de dólares en cinco años. El proyecto ya fue entregado a Cartes el siete de mayo pasado. Los militares consideran como una de las prioridades dotar de una flota de aviones a la FAP con el argumento de que es necesario controlar nuestro espacio aéreo.
Los aviones TK-1 están siendo fabricados desde 1990 en Corea y ya fueron vendidos varios aparatos a la Fuerza Aérea de Turquía, Indonesia y Perú. El costo de cada nave es de unos US$ 5 millones, según datos de internet. Los Súper Tucano son aparatos más avanzados y costarían entre 10 y 12 millones de dólares cada uno.