La fuga de votos del oficialismo se da tanto entre sus aliados del PLRA como también en sus propias filas, de acuerdo a los datos relevados en el ámbito legislativo.
Hasta hace menos de una semana, de 80 legisladores en la Cámara Baja, el cartismo aseguraba 49 votos a favor de la reelección.
Sin embargo, la presión familiar y de la ciudadanía en forma de mensajes masivos en las redes sociales y de “escraches” en lugares públicos y frente a sus mismos domicilios hizo que algunos legisladores retrocedieran en su intención. Varios diputados recibieron reclamos de sus mismos votantes pidiéndoles que no violen la Constitución cediendo a las ambiciones del mandatario de turno.
Entre los oficialistas que públicamente anunciaron que no votarán a favor de la enmienda se encuentran Andrés Retamozo, Cynthia Tarragó y Pablino Rodríguez.
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Por otro lado, algunos colorados asumieron abiertamente el año pasado, cuando ya se trató la enmienda en la plenaria, una postura de principio en contra, como Ramón Romero Roa, titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, y Mario Cáceres, presidente de la comisión de Hacienda, y les será muy difícil apoyar ahora el proyecto ya que sería una gran incoherencia de su parte.
De acuerdo a las versiones que se manejan en el ambiente político, la postura en contra que asuman algunos colorados precipitará la decisión de más legisladores que iban a votar a favor de la enmienda solamente por una cuestión de disciplina y no por convicción.
En tanto, en las filas liberales existe una gran presión partidaria, debido a los últimos acontecimientos, entre ellos el asesinato del joven Rodrigo Quintana a manos de la Policía. También los legisladores opositores fueron blanco de los “escraches” en sus respectivas ciudades y temen que la situación derive también en su expulsión del partido.